Como todos los domingos, en Los Informantes, vea tres grandes historias que reflejan la lucha, la esperanza y la resiliencia.
Salud mental de médicos colombianos en alerta tras caso de residente que se quitó la vida
Primero, la reciente muerte por suicidio de la doctora Catalina Gutiérrez ha puesto en evidencia la frágil salud mental de los profesionales de la salud en Colombia. Según la Asociación Psiquiátrica Americana, los médicos tienen la tasa más alta de suicidio de cualquier profesión. María Fernanda Vallejo, estudiante de medicina, compartió su experiencia: “Literal todo el tiempo estaba llorando, estresada, frustrada... La sensación de vacío es horrible”.
Según el doctor Ariel Alarcón, psiquiatra y profesor de la Universidad del Rosario, "los médicos hombres tenemos un 40% más de riesgo de llegar a suicidarnos que cualquier otro profesional de cualquier otra área y las mujeres tienen el 120% más de riesgo". Estas cifras reflejan la gravedad del problema.
Desde la cárcel, hablan los condenados por el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci
Segundo, en las playas de Barú, en Cartagena, Marcelo Pecci, fiscal antimafia de Paraguay, fue asesinado durante su luna de miel. Andrés Felipe Pérez y Margareth Chacón, condenados por este crimen, hablan desde la prisión sobre cómo se llevó a cabo el asesinato. Pérez, quien estaba perdidamente enamorado de Chacón, revela: “Quise cancelarlo porque me dio miedo... pero ya Francisco tenía las cosas muy avanzadas”.
El asesinato de Marcelo Pecci conmocionó a Paraguay y Colombia. Aunque los autores materiales están tras las rejas, aún quedan preguntas sin responder sobre el motivo detrás del crimen.
La investigación aún está en curso, y la memoria del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci exige la verdad.
Vía Esperanza: así migrantes venezolanos encuentran refugio en una carretera colombiana
Para finalizar, miles de venezolanos recorren las carreteras de Colombia buscando un futuro mejor. Familias enteras, como la de María Ángela y sus tres hijas, enfrentan peligros y adversidades mientras se dirigen a Perú. No es que no haya trabajo, es que está muy mal remunerado, explican. En medio de su travesía, encuentran un oasis en Vía Esperanza, un centro de ayuda en la carretera entre Bogotá y Girardot. Este proyecto, liderado por Alexandra Álvarez, ofrece servicios esenciales y apoyo a los migrantes en su camino. Cuenta con servicios de primeros auxilios, apoyo psicológico, entretenimiento para niños y asesoría jurídica, brindando esperanza a quienes han dejado todo atrás en busca de un futuro mejor.
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