Britanny tiene 29 años, está casada y se creía llena de vida hasta que se enteró que tenía un cáncer muy agresivo al que los doctores no le dieron más de seis meses de vida.
Relata que lo más desolador de la noticia fue que, cuando fue diagnosticada, ella y su esposo estaban buscando tener un bebé.
Decidió mudarse a Oregón, uno de los cinco estados en donde está aprobada la ley para morir con dignidad. Eso le permitirá obtener medicamentos para poner fin al dolor y también a su vida.
El próximo primero de noviembre dice que estará con su madre, su padrastro, su esposo y su mejor amiga oyendo la música que le gusta para morir en su cama.
Publicidad
Britanny dice que ama la vida pero que sabe que no tiene otro camino y dedicará todas las horas que le quedan de existencia para enviar un mensaje en apoyo a los que quieren tener una muerte digna.