Una fiesta familiar en California, Estados Unidos, terminó en una verdadera tragedia ambiental por cuenta de un dispositivo pirotécnico que se usa para expulsar humo.
Tras usarlo, hubo un incendio que, en unas 36 horas, acabó con unas 2.900 hectáreas de bosque, informó el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California.
Un portavoz del organismo manifestó que "sabemos cómo empezó porque todavía estaban allí", refiriéndose a los invitados de la reunión.
El mismo funcionario, identificado como Bennet Milloy, añadió: "la familia podría ser responsable de todo el costo de apagar el fuego" una cifra que asciende a "muchos millones de dólares".
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El hombre también explicó que los organizadores "creyeron de verdad que fue un accidente, pero creo que ahora entienden la gravedad del asunto" y sumó que podrían enfrentar penas de hasta 9 años de cárcel.