Un ataque a un local en un aparente caso de extorsión terminó de manera trágica, pero no por los disparos, sino por el deceso de una mujer que murió de un paro cardiaco al presenciar la balacera.
Los hechos ocurrieron en Argentina, en la ciudad de Rosario. Marta Agüero, de 62 años, esperaba pacíficamente el bus en una parada, pero esa tranquilidad se vio interrumpida cuando un pistolero atacó un concesionario de vehículos.
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Como quedó registrado en cámaras de seguridad del establecimiento, el delincuente descendió de una moto y corrió hacia el lugar de los hechos. Allí, en menos de 3 segundos, descargó nueve tiros, los cuales quebraron los vidrios e impactaron algunos de los carros.
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No hubo heridos, pero Marta corrió invadida por el miedo y se desvaneció en mitad de la vía; sufría de hipertensión y murió de un paro cardiaco.
Al sitio llegó una ambulancia, cuyos paramédicos solo pudieron decretar su muerte, señalan medios como La Nación.
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El administrador del concesionario que fue objetivo de los criminales manifestó a medios locales que desde tiempo atrás lo estaban presionando para un pago “por protección”, lo que apunta a que el ataque fue una retaliación.
Le pedían 25.000 dólares para no realizarle ataques de este tipo.