Familia que perdió a ser querido llevó el cadáver hasta la alcaldía de Portuguesa en señal de protesta.
El cuerpo sin vida de Francisco Arroyo, un humilde venezolano de 55 años que murió por tuberculosis en su casa, fue llevado ante las autoridades del municipio de Turén.
Según familiares, les negaron apoyo económico para el sepelio.
"Nos costaba como 15 millones la urna. No teníamos dinero, por eso decidimos llevarlo hasta allá”, explica Aquiles Arrollo, hermano del fallecido.
Un caso similar le ocurrió a una familiar que perdió al más pequeño de la casa, un niño de 8 años que no logró sobreponerse a un dengue hemorrágico. El abuelo reveló que tuvo que recurrir a la solidaridad de sus amigos para conseguir el ataúd y los servicios funerarios.
La crisis de repuestos también ha hecho que los féretros sean transportados en carros particulares y no en coches fúnebres. En el caso de los dolientes, han usado cajas de cartón para reemplazar los ataúdes.
Un trabajador de sueldo mínimo tendría que trabajar durante 14 años para poder pagar estos servicios.
Updated: febrero 28, 2018 02:14 p. m.