No es un tema de machos, sino de vida o muerte. Escuche su testimonio y no olvide cambiar el rasquinbol por el rascatest.
“Ese 30 de agosto del año 2016 para mí fue muy duro, porque me dijeron: ‘tiene cáncer testicular’”, dice Jeyson Eduardo Sánchez Moreno. Y es que nadie espera esa noticia, menos a los 23 años de edad.
Como Jeyson, en Colombia cada año son diagnosticados con esa enfermedad alrededor de 500 hombres, todos jóvenes. Sus edades oscilan entre los 15 y los 34 años.
Todo empezó con “el testículo inflamado, lo veía muy rojo. Y la verdad ni la rompa interior ni los jeans me los aguantaba. Era un dolor insoportable”, recuerda.
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Jeyson consultó inmediatamente, pero no sucede así en la mayoría de casos.
“Hay estudios que demuestran claramente que los hombres, después de que nos detectamos alguna anormalidad, tenemos un tiempo de espera de hasta cinco meses para consultar”, explica John Marulanda, asesor médico de la Liga Colombiana Contra el Cáncer.
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Pena y temor, entre otros factores culturales, producen que los hombres no hablen del tema y pierdan tiempo valioso que puede hacer la diferencia. Por eso, la liga lanzó la campaña #Rascatest.
“Que todos nos hagamos un autoexamen del testículo, ojalá una vez al mes”, señala Marulanda.
La campaña a llegado a millones de hombres a través de las redes sociales.
“Hasta que le toca a uno las puertas del hogar, se da uno cuenta verdaderamente el problema y la enfermedad que es un cáncer”, afirma Jeyson.
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Antecedentes familiares de cáncer testicular y testículos no descendidos en la niñez aumentan el riesgo de desarrollarlo. En cuanto al tratamiento, el principal es cirugía. Según el caso, quimio y/o radioterapia. Pero lo más importante es que el hombre conozca su cuerpo y detecte a tiempo cualquier cosa extraña.
Aquí le explican, en detalle y de una forma muy particular, cómo realizar el autoexamen:
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