La vida de Carlos Vives, el embajador de la música colombiana en el mundo

Carlos Alberto Vives Restrepo se ganó el corazón de los colombianos desde que tenía apenas 12 años, cuando su familia decidió trasladarse de Santa Marta a vivir en Bogotá. En la capital estudió publicidad, explotó sus habilidades como actor y llegó a conquistar la pantalla nacional con grandes telenovelas como ‘Gallito Ramírez’ y ‘Escalona’.

Gracias a esos proyectos, Carlos Vives encontró en la música su razón de vida, su motivo de alegría y el medio para mantener vivo el folclor colombiano, del que se siente orgulloso y por el que lucha mostrar, cuidar y conservar a través del estilo que él impuso en Colombia: el tropipop.

“Hace muchos años le apostamos a Colombia, a trabajar por la música local, en principio sin pensar que nos podíamos proyectar, sino trabajar aquí en la casa, creer en lo nuestro, proyectarlo con el mismo respeto y valor que se proyectan otras cosas”, manifiesta.

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Como el papá de ese género, el samario transmite con su música diversidad, unión, y las ganas de que los colombianos se sientan orgullosos de su tierra y los músicos, nuevos y antiguos, quieran conquistar grandes terrenos con este proyecto del que, en principio, muchos eran incrédulos.

“Escogí hacer algo en mi vida que me apasionaba y amaba, aunque en esos tiempos nos dijeran que eso a lo mejor no nos iba a hacer internacionales, entonces uno sí siente un fresquito pero al mismo tiempo es mucho orgullo que el vallenato aporte a nuestra identidad como colombianos”, asegura.

Conoce más detalles de su carrera artística y su vida íntima en este capítulo.