En los barrios de Medellín y el Valle de Aburrá es común ver cómo crecen estos negocios. Para algunos es toda una filosofía que cambia sus vidas.
Luis Urbíñez habla sobre el oficio que le permite conseguir su sustento: “¿Qué buscamos nosotros como barberos? El buen servir a nuestros clientes. Que sientan un espacio agradable, un buen servicio, que se sientan atendidos por un buen profesional, el cual va a brindar un excelente servicio”.
En muchos locales sobresale el típico poste de color blanco, azul y rojo para anunciar la presencia de una barbería en el barrio. Pero detrás de estos lugares, casi siempre hay una historia de superación como las de miles de venezolanos que llegaron a ejercer este oficio por la crisis de su país.
“Por cuestiones de migración, las cosas que están sucediendo en mi país, me tocó salir. Y bueno, gracias a la barbería, si yo no supiera este arte, quién sabe que fuera de mí”, dice Eliud Flórez, barbero venezolano.
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Estos jóvenes barberos investigan las tendencias actuales, se preparan con tenacidad y trabajan, entre otras corrientes, la pogonofilia, una atracción desmedida por las barbas.
El barbero Juan Valencia, cuenta lo complejo que es practicar este oficio: “Nos hemos capacitado para prestar un gran servicio de barba, exfoliación, tratamientos capilares, recomendar las clases de shampoo depende del ph y cada tipo de cuero cabelludo”.
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La capital antioqueña es la meca de los cortes milimétricos y actualmente cuenta con más de 4 mil 500 barberos agremiados. Por cada 276 hogares, en Medellín hay una barbería o una peluquería que emplea mínimo a un joven.
“Muchas veces en los barrios no hay las oportunidades de evolucionar y en la barbería encontré la manera de hacerlo”, afirma Jefferson Gómez.
El 13 de mayo un grupo de jóvenes barberos de Bello, Antioquia, realizará una nueva batalla de barberos, un encuentro en donde exaltarán la importancia de esta práctica y, alzando sus máquinas, rechazarán todos los hechos de violencia que tienen a este municipio entre el miedo y el dolor.
“La invitación es para toda la familia. Para que conozcan este bello arte de la barbería, y también para contarles y que la gente sepa que la barbería ha salvado muchas vidas, no solo en nuestro territorio de Antioquia sino en todo nuestro país, y es un sector que necesita más apoyo de todos para que siga creciendo”, manifiesta el líder social David Grass.
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Todo parece indicar que las barberías no hacen parte de una moda pasajera, sino de una tradición que evolucionó y que hoy crece y acoge a más jóvenes que encuentran en ella una alternativa legal para pensar en un proyecto de vida.