Se completan siete días del deslizamiento que obligó a suspender el flujo vehicular en la autopista y ya hay preocupación entre vendedores de la zona.
Desolado se encuentra Doradal, un corregimiento de Puerto Triunfo, Antioquia, que vive del paso de viajeros y transportadores por la vía Medellín-Bogotá, la cual permanece cerrada por un derrumbe desde el pasado 13 de noviembre.
“Nosotros somos 26 vendedores de limón, dependemos de la autopista, ya llevamos 12, 13 días en este problema y la verdad ya la gente no sabe qué hacer”, dijo Isney Arias Cifuentes.
De igual manera piensa Yolanda María Ciro, otra comerciante afectada por la emergencia quele costó la vida a un conductor.
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“Si no hay tráfico, no podemos vender el limoncito y de eso sobrevivimos, de eso levantamos los hijos que tenemos, con eso le damos estudio”, manifestó.
Según los comerciantes del sector, las ventas y el turismo se redujeron hasta en un 75 por ciento desde el cierre de esta importante vía.
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“Estamos muy afectados como trabajadores y la patrona porque no se venden (los productos) como anteriormente y pues queremos que nos solucionen esto, para poder trabajar como anteriormente que se vendía mucho”, indicó María Orfilia Pamplona, empleada de un restaurante.
El llamado que hacen los afectados es para que se agilicen los trabajos de remoción del material, para no tener más pérdidas.
“No solo estamos afectados nosotros, los del comercio de restaurantes, sino toda la gente que vivimos de lo que produce la autopista. Por ese motivo, le pedimos a Invías que por favor nos colabore con la apertura pronta de la autopista”, pidió Marlén Rodríguez, otra de las afectadas.
Precisamente, el Instituto Nacional de Vías (Invías) afirmó que está poniendo todo su esfuerzo y equipos para reabrir la vía este fin de semana.
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