Las calles y las casas de los corregimientos de Puerto Córdoba y La Balsa llevan cinco días inundados. Ya no circulan carros sino canoas.
El nivel del agua sube cada día y los enceres de las familias continúan sumergidos.
“Esta situación está mala aquí, los niños estamos mojados, durmiendo dentro porque no tenemos nada seco. Todo está aquí afuera, a la intemperie”, dijo Esmir Molina, afectado por las lluvias.
La alcaldía de La Apartada trabaja en la adecuación de albergues temporales para ubicar a los damnificados.
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“Declaramos calamidad. Tenemos aproximadamente, en el casco urbano, seis barrios inundados y tenemos los corregimientos de San Jorge y La Balsa inundados”, aseguró la alcaldesa, Nelly Piedad Romero.
Los municipios del departamento de Córdoba que se encuentran a la orilla de los ríos Sinú y San Jorge permanecen en alerta roja ante posibles desbordamientos.
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La emergencia se extendió hasta cultivos y terrenos utilizados para la agricultura y la ganadería.