El material probatorio recogido por la Fiscalía General de la Nación, así como testimonios y aceptación de cargos del cabo segundo del Ejército Hildebrando Antonio Andica Gañan
y del soldado Mauricio Alberto Tabares Rincón, permitieron al ente investigador acusar al coronel retirado José Alejandro Forero Besil y al mayor retirado Jimmy Antonio Coral Burbano, como coautores de doble homicidio en persona protegida, bajo los términos de la ley 600 de 2000.
La Fiscalía inició la investigación para esclarecer la muerte de Deibi David Orozco Útima de 22 años y de Heber Antony Palacio de 15 años, cuando el excoronel Forero Besil, para ese entonces comandante del Batallón No. 23 Vencedores de Cartago, dijera que, “el Ejército no necesita capturas, sino bajas”.
Orozco Útima y Palacio aparecieron muertos en la carretera que de Cartago conduce a Cali, Valle del Cauca, en inmediaciones de la vereda Monín, el pasado 14 de mayo de 2005. Según informó la Fiscalía, los dos jóvenes fueron sacados de la finca El Bosque por soldados del pelotón Bastión No. 4, al mando del teniente Julián García Peña, en el marco de una presunta operación contra guerrilleros de las FARC.
Testigos aseguraron que los jóvenes trabajaban como labriegos en la finca y fueron llevados por la carretera donde los soldados simularon un combate. Horas después aparecieron muertos.
Forero Besil permanece recluido en el Batallón de Policía Militar No. 13 de Bogotá, mientras Coral Burbano está en las instalaciones del Batallón No. 8 Francisco Javier Cisneros en Montenegro, Quindío.
Durante la acusación de estos excomandantes, la Fiscalía estableció que la muerte de las víctimas no obedecieron a un combate con la tropa, sino que su deceso fue resultado de acciones dolosas por los militares que se encontraban en el lugar de los acontecimientos.
Testimonios del caso
De acuerdo con el soldado Tabares Rincón, una vez registrada la presunta captura de los dos jóvenes, el teniente Peña se comunicó con sus superiores en el Batallón Vencedores para reportar la captura de dos guerrilleros de las FARC. Según el soldado, “la orden era que no se necesitaban capturas, sino bajas. Esa orden fue dada por el comandante del Batallón”.
El soldado Tabares Rincón está condenado a 10 años de prisión, por el doble crimen, en calidad de cómplice. La Fiscalía determinó que disparó al aire las pistolas colocadas en manos de las víctimas, cuando estaban en el piso, para simular el combate.
Bajo juramento, el cabo segundo Andica Gañan, uno de los autores materiales del asesinato de los dos labriegos y condenado a 20 años de prisión, aseguró que “el comandante del Batallón, coronel Forero Besil y el mayor Coral Burbano son los que firman las órdenes para los desplazamientos cuando hay una operación. Estando de regreso al Batallón, luego de la operación en la vereda, el comandante instruyó a los soldados para que declararan que las muertes de las víctimas se dieron por un enfrentamiento.
Además, la orden de operaciones fue alterada para darle legalidad a la operación contra supuestos integrantes de las FARC.
Según el informe entregado, Deiby Orozco recibió cinco disparos en el cuello y la espalda que afectaron sus pulmones, corazón e hígado, mientras que Heber Palacio recibió tres disparos que entraron por su cuello y espalda.
Para ese entonces, el teniente Peña García y los soldados del Pelotón No 4 recibieron felicitaciones, mientras que el mayor Jimmy Antonio Coral Burbano recibió felicitación y ajustes en su hoja de vida. Por su parte, el coronel Alejandro Forero Besil recibió una felicitación emanada del Comando del Ejército desde el Ministerio de Defensa de Bogotá.