Tras recorrer en vano hospitales y puntos de atención, decenas de personas se congregan en el cementerio para preguntar por sus seres queridos.
Uno de los tantos casos es el de Jesús Cardona que llegó muy temprano al cementerio de Mocoa para reclamar el cuerpo de su esposa.
Jesús, de 42 años, cuenta que perdió a la mujer que lo había acompañado toda la vida, y que él mismo tuvo que identificarla.
Decenas de personas viven el calvario de tener que ir al cementerio para preguntar por los cuerpos de sus familiares fallecidos y saber de la suerte de otros desaparecidos.
Updated: abril 03, 2017 06:15 p. m.