Le pidieron dejar las llaves y él, confiado de que era un lugar seguro, las entregó. Cuando regresó le dijeron que otra persona ya había ido por el vehículo.
“Cuando regresamos a solicitar el vehículo, el empleado me dijo que mi mensajero ya había venido por él. El señor se asustó bastante y después me dijo que no había sido el mensajero, sino que había sido mi cuñado”, denuncia Jaime Solórzano, la víctima.
Afirma que en el parqueadero, ubicado en el sector de Galerías, en Bogotá, le dejaron ver los videos de las cámaras de seguridad que muestran al ladrón, pero que después no quisieron entregar las imágenes a la Policía.
El carro es un BMW de placas CYT 870.
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