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Los indígenas y las Fuerzas Militares están tras el rastro de tres menores de edad de la etnia Paéz, a los que se llevaron disidentes de las FARC para reclutarlos en el departamento del Cauca.
La Guardia Indígena había tomado acciones de control territorial y estas permitieron el rescate de dos de los cinco menores de edad que fueron reclutados.
“Cuando estos menores llegan a estas filas y tratan de volverse a sus hogares, ya son obligados a mantenerse en las filas de los grupos armados”, dijo Joe Sauca, consejero mayor del pueblo Kokonuko.
Las autoridades indígenas aseguran que la falta de oportunidades, de estudio y el asedio de estos grupos en sus territorios, aumentan considerablemente el reclutamiento de menores de edad.
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“Es un fenómeno recurrente, se está intensificando nuestros territorios indígenas, que, en los últimos dos años, según información de nuestra sala de derechos humanos, asciende a más de 272 niños identificados con algún nivel de victimización”, comentó Mauricio Capaz, consejero mayor de la zona norte.
Pidieron acciones para evitar que los niños y niñas en edad escolar sigan siendo reclutados para la guerra.
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El Ejército responsabilizó a las disidencias de las FARC de estas acciones de reclutamiento.
“En su afán de mantener el dominio en algunas áreas, necesitan personal y recurren de una forma demencial atacando nuestros niños”, sostuvo el general John Jairo Rojas, comandante de la tercera división del Ejército.
El oficial dijo que se adelantan operativos para tratar de rescatar a los menores de edad reclutados.
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