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Con una ‘Línea Amarilla’, asociación protege nacimientos de agua de río Amaime en Valle del Cauca

Con una ‘Línea Amarilla’, asociación protege nacimientos de agua de río Amaime en Valle del Cauca

Habitantes de los municipios de Palmira y El Cerrito son finalistas en la categoría 'Comunidades' del Premio Caracol a la Protección del Medio Ambiente.
'Línea Amarilla' es el programa con el cual Asoamaime protege los alrededores de los nacimientos de agua en Palmira y El Cerrito, lugares que años atrás eran destruidos por el ingreso sin control del ganado vacuno.
“Al ver la línea amarilla es una zona en la que tienen que parar, es una zona de conservación. Cuando logramos tener el sitio aislado un tiempo prudente, regresan los animales, se controla el caudal del agua, se evitan procesos de erosión”, asegura Margarita María Vallejo, directora ejecutiva Asoamaime.
Esta iniciativa comunitaria, que ya completa 22 años, también se ha encargado de sembrar y mantener nuevos árboles que, a su vez, contribuyen en la conservación de las cuencas de los ríos.
Por kilómetro lineal, sembramos 400 árboles y, a la fecha, ya sobrepasamos nuestra meta que era mil kilómetros aislados lineales”, sostiene Vallejo.
“Siembra de especies tales como el aliso de tierra fría y las acacias de tierra fría que son unas especies de rápido crecimiento”, afirma Juan de Jesús Arias, asistente técnico de Asoamaime.
Antes del aislamiento, la vereda Cabuyal, a 2.900 metros sobre el nivel del mar, era una zona completamente desprotegida y ahora, con la cobertura natural, se ha convertido en un ecosistema donde se retiene la mayor cantidad de aguas lluvias que surten las quebradas y luego los ríos Cabuyal y Amaime.
“Hoy, gracias a Dios, finalizando los veranos, podemos hacer aforos de las aguas de ciertas quebraditas y tenemos entre 70 y 80 litros por minuto, que es demasiado”, señala José Vicente Pizarro, habitante vereda Cabuyal.
“La verdad es que la línea amarilla ha sido la gran salvación de la cuenca del río Amaime”, comenta Arcesio Santana, habitante de Palmira.
Además del notable abastecimiento de agua con el que ahora cuentan las comunidades, también se llevan a cabo capacitaciones para el cuidado y la preservación del agua. 
“Los beneficios han sido innumerables: la conciencia de los niños, el aprender a sembrar los árboles, a vivir el ciclo del agua completo. Entonces, va creando en ellos una conciencia”, afirma Liliana Domínguez, habitante y docente de Amaime.
Asoamaime ha logrado aislar más de 1.000 hectáreas y proteger 531 nacimientos de agua del río Amaime que surte del líquido, principalmente, a los habitantes del Cerrito. Además, este proceso ha generado empleo a las comunidades de veredas y corregimientos en el Valle del Cauca.
 

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