La historia inició cuando el Centro para el Adulto Mayor El Nazarteh, de Zipaquirá, dio aviso a la familia León del fallecimiento de un familiar a su cargo. La funeraria realizó el traslado del cuerpo a Bogotá y fue en cámara ardiente cuando notaron que les habían entregado el cadáver equivocado.
En comunicación con el asilo, les notificaron que había un error y que el abuelo sí había fallecido pero que había sido sepultado en otro municipio. La solución que le dio el hogar geriátrico fue que continuaran con la velación del desconocido, idea que rechazaron los afectados.
Ahora la familia León se enfrenta a dos dilemas: no saben qué hacer con el cuerpo que les entregaron y tampoco saben lo que pasó con su familiar fallecido. El caso llegó a manos de la Fiscalía, que investiga los hechos.
Updated: agosto 25, 2016 02:29 p. m.