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“Pensé que me iba a morir”: historia de taxista que superó el COVID-19 tras creer que tenía dengue

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El hombre cumplió sus 46 años encerrado en una cabina de aislamiento de hospital. Cuenta cómo es la lucha para vencer el coronavirus.

Jhon Reinel cumplió sus 46 años encerrado en una cabina de aislamiento en el Hospital Isaías Duarte Cancino, en el oriente de Cali.

El tiempo que pasó interno al lado de otros pacientes con COVID-19 fue para él una gran lección de vida, pues, como muchos caleños, pensó que el coronavirus difícilmente iba a tocar su puerta, pero, seguramente también como algunos, se equivocó.

Al igual que otros hogares, dejar de trabajar no era una opción: en casa había bocas que alimentar y cuentas por pagar. Por eso, su labor como taxista la ejercía con todos los protocolos requeridos.

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“El 21 de abril empecé a generar un dolor muy fuerte en el pecho, con fiebre y dolor en el cuerpo, llegué a pensar que era dengue. El 22 me fui al hospital porque ya era insoportable. En el camino sentía que me iba a morir, pensé muchas veces en tirarme al suelo, pero sabía que si lo hacía nadie me iba a auxiliar, así que resistí. Allá, me hicieron una radiografía y me dijeron que no veían algo bien en mi pulmón, por lo que era necesaria la prueba de COVID-19, y me dejaron en observación”, explicó.

Para el 25 de abril, según cuenta Reinel, fue ingresado a la ‘Sala COVID’ del Hospital Isaías Duarte Cancino a la espera de los resultados, que llegaron el 28 de abril con una triste noticia.

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“El doctor me tomó de las manos y me dijo: ‘Reinel, ha salido positivo’. Sentí miedo, pero le dije: ‘Bueno, doctor, vamos para adelante, yo hago lo que ustedes me digan’”, cuenta.

Desde ese día permaneció encerrado en una cabina de aislamiento. Dice que su fe en Dios lo mantuvo con fuerzas, pues declaraba que de esta iba a salir, porque en casa lo esperaban su esposa y su hijo, de seis años, quienes por fortuna salieron negativos para el coronavirus.

“Lo más duro para mí fue estar aislado. Uno está como en un cuarto, tiene su baño, su camilla, todo. Los médicos son muy buenos, pero tienen que ser estrictos con los protocolos cuando nos están atendiendo, para proteger sus vidas. Le dicen a uno: ‘No me mire, no vaya a estornudar, no hable’. Y uno entiende, porque uno tampoco quiere hacerles daño, ni a ellos ni a sus familias”, relata.

Lejos de los suyos y luchando contra un virus agresivo, lo alcanzaron sus 46 primaveras, el 2 de mayo de 2020.

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“Lo más bonito fue que los doctores y las enfermeras me cantaron el cumpleaños. Para mí fue una alegría muy grande. Todo lo que hicieron ellos por mí, estoy muy agradecido con el personal del hospital. Allá adentro es como otra familia”, dice.

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Al hacer el recuento de sus días y tratar de descifrar el momento en que contrajo el coronavirus, Reinel tiene muchas hipótesis, la más fuerte de ellas: la galería de Santa Elena.

"Pudo haber sido un pasajero, de pronto alguien infectado que recogía (…) Pero también yo estuve yendo a Santa Elena a comprar revuelto para vender en un carrito que nosotros tenemos, yo creo que por ahí va la cosa", explica.

Fueron en total 22 días los que estuvo luchando contra el COVID-19 hasta que fue informado de que ya su prueba arrojaba un resultado negativo y pudo regresar a casa.

Su salida del hospital fue celebrada con aplausos.

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Desde ahí invita a los caleños a tomarse en serio esta alerta sanitaria y a no creer que “esto solamente le pasa a otros”.

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“Cuídense mucho. Por la misericordia de Dios yo estoy vivo, pero muchas personas han fallecido por este virus. Es terrible estar en un hospital y ver a las personas que no pueden respirar”, concluye.

Vea también:Así sorprendió personal médico a paciente con COVID-19 que cumplió años en una cabina de aislamiento

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