Denuncian que, en medio de la impotencia, ven morir usuarios esperando camas UCI, pues el hospital de Quibdó solo cuenta con cinco.
Hace pocos días una mujer murió por falta de oxígeno, pero lo más preocupante es que no hay protocolos de desinfección.
“Todos estamos en pie de lucha, pero estamos en riesgo. De por Dios, gobierno ayúdenos, ayúdenos. Se mueren los usuarios, se vienen a morir los sintomáticos, qué pasa con el Gobierno”, es el clamor de Marlyn del Carmen Duque, enfermera Hospital Ismael Roldán Valencia.
Este hospital de primer nivel atiende a cerca de 48.000 usuarios y hoy tiene cerrado el laboratorio porque el personal está en aislamiento obligatorio.
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Ante esta situación, un juez falló a favor la tutela impuesta por la Procuraduría donde les exigen a las autoridades que en cinco días les entreguen los elementos de protección, insumos, herramientas y equipamiento médico.
La gerente del hospital espera que los recursos que le aprobó la Alcaldía para independizar la sala COVID-19 y habilitar una morgue sean entregados lo más pronto posible.