El aumento se produce por un nuevo arancel que tendrían que pagar los importadores de prendas. Estos últimos sostienen que eso favorece el contrabando.
“El gran afectado es el consumidor colombiano, al que le va tocar pagar un sobreprecio por unas mercancías que en muchos casos ni siquiera se producen acá; la producción de las que se hacen acá es insuficiente”, dice Eduardo Visbal, vicepresidente de Fenalco.
Pero otra es la visión de los empresarios de la confección. “No es cierto lo que han dicho algunos voceros de los importadores de que van a subir el 25%. Las prendas van a subir máximo un 7, un 5%”, explica Guillermo Criado, director de la Cámara Colombiana de la Confección.
El encarecimiento surge de un arancel nuevo que deben pagar desde ahora los importadores de prendas de vestir que provengan de los países asiáticos y que, según las empresas importadoras, va a generar más contrabando.
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“El gran beneficiado será el contrabando, porque el contrabandista que no paga ese arancel pues seguirá vendiendo a precios más bajos”, asegura Eduardo Visbal.
Para la industria nacional, por el contrario, la medida es buena porque hará que los consumidores compren productos colombianos.
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“Se va a beneficiar la industria nacional, se va a beneficiar el empleo, se van a beneficiar los estudiantes del Sena, se va a beneficiar el sector financiero, se van a beneficiar los hilanderos, se van a beneficiar las textileras colombianas”, responder por su parte
Esta medida está demandada por empresarios extranjeros que se encuentran en el país, y está a la espera de que la Corte Constitucional defina su suerte.