La casa de Mickey Mouse intervino y centró todos los esfuerzos de Lucasfilm en la saga principal. El episodio IX se estrenaría en diciembre de 2019.
De nada sirvió el éxito de ‘Rogue One: a Star Wars Story’, la regular taquilla del filme que narraba la historia de Han Solo antes del Episodio IV hizo que Disney le pusiera alto a las historias alternas a la saga original.
Lejos de las manos de George Lucas, cada uno de los lanzamientos de la nueva saga había reportado grandes números en la taquilla. Incluso en su momento, el ‘Despertar de la Fuerza’ se convirtió en la película más taquillera de la historia.
Viendo el éxito que traía Star Wars, Disney se arriesgó y lanzó una línea alterna que contaba historias alejadas del drama de la familia Skywalker y los Jedi.
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La apuesta funcionó. No invirtieron mucho dinero en la realización y distribución, y aun así ‘Rogue One’ fue un éxito instantáneo, cuadriplicando la inversión. El público vio con buenos ojos que el universo de la fuerza se expandiera en la pantalla contando esas historias que antes solo se llevaban a los comics o novelas.
Con Han Solo, Lucasfilms esperaba replicar formula del primer ‘spin-off’. No fue así. La película no alcanzó el recaudo pronosticado de 1.000 millones de dólares y tan solo pudo recuperar la inversión inicial de 400 millones. Si se llega a sumar los gastos de producción con la costosa campaña de markenting, esta película habría sido la primera de Star Wars en generar perdidas.
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Con estos números en mente, Disney suspendió todos los proyectos alternos a la línea histórica normal. Fueron enviados a la nevera proyectos como la historia de Obi-Wan Kenobi y de Boba Fett, esta última sería dirigida por el director de Logan, James Mangold.
Todos los esfuerzos de Lucasfilm serán dirigidos para realizar el Episodio IX y la una nueva trilogía en la que los Skywalker no tendrán ninguna aparición.
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