Puede llegar a ser controlada pero es muy difícil revertirla o curarla. Un experto explica cómo tratar esta condición.
La enfermedad renal es cuando el riñón pierde su capacidad excretora y su metabólica que son los procesos que debe llevar normalmente a cabo.
El sistema renal de perros y gatos, al igual que en los humanos, tiene un rol protagónico: elimina los desechos tóxicos mediante la orina, secreta hormonas, regula fluidos extracelulares, participa en la reabsorción de electrolitos, regula la presión arterial y ayuda a mantener los procesos metabólicos.
Por esto cuando los riñones y vías urinarias se descompensan el pronóstico puede llegar a ser muy grave.
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“Pueden ser pacientes que están inapetentes, algunos totalmente anoréxicos, que no quieren comer nada. Son pacientes que pueden tener vómitos esporádicamente, los pacientes que de alguna forma tienden a ser un poco decaídos, letárgicos, muy quietos”, dice el veterinario Juan Manuel García.
En el paciente crónico hay que trabajar mucho la parte nutricional, niveles de proteína y otro tipo de sustancia. Al bajarle a esos niveles en la parte nutricional obviamente el riñón va a tener una carga menor y vamos a facilitar su trabajo”, dice el experto.
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La fluidoterapia es el trabajo que se hace de administrar fluidos a través de vía intravenosa al paciente.
“Incluso en casos muy graves también contamos en medicina veterinaria con diálisis, igual como se hace en humanos. Son procesos que están en la mano y que es muy importante que la persona sepa que existen”, añade García.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento correcto pueden garantizar la salud de los amigos de cuatro patas.
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