Ocurrió en la autopista I-580, en California, Estados Unidos. Un motociclista que se movilizaba con una cámara encendida en su casco, captó el momento en que un pequeño perro escapa del interior de un carro particular y empieza a correr.
El motociclista, entonces, va tras él en un intento desesperado por evitar que termine aplastado por uno de los vehículos que circulan a gran velocidad por esta ruta.
Pero el perro, aterrorizado, tomó la peor decisión. Se salió de la berma, atravesó la autopista y siguió corriendo por uno de los carriles principales.
La angustia del motociclista aumentaba con el paso del tiempo. En diferentes momentos, hizo parar el tráfico para salvarle la vida al animal.
Algunos conductores también intentaron capturarlo, pero el escurridizo perro no parecía entender razones.
Pasados seis minutos, el motociclista se escuchaba desesperado: “¡Oye, para de correr, para de correr!”, le gritaba.
Y es ahí cuando la historia toma un giro inesperado. El perro decidió devolverse y correr en contravía. El hombre ya no puedo hacer nada más. “¿Quién le puede decir que su familia lo está esperando?”, se le escuchó decir al motociclista.
El perro desapareció sin que hasta ahora se sepa cuál fue su destino.