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Cabezote Los Informantes

Él es Sebastián Martino, el cerebro detrás de las pruebas de la ciudad de las cajas del Desafío

Mucho antes de ser el juez del Desafío, Sebastián Martino fue el ganador de Expedición Robinson en su país natal Argentina, en 2002 y desde entonces llegó a Colombia para entrar en la primera emisión de este programa que ya cumple 20 años de transmisión.

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Sebastián Martino es el cerebro detrás de las pruebas del reality show del Desafío. Él trabaja en el programa hace 20 años. Es abogado de profesión, pero ejerció casi toda su vida, lo que más le gustaba de pequeño, ser boy scout. Así como conoce el gran esfuerzo de ser una pieza clave para la realización del programa, también lo vivió en carne propia. Se convirtió en ganador de la primera temporada de Expedición Robinson en su país natal, en Argentina, en el 2002.

“Yo soy de una ciudad muy pequeña a las afueras de Buenos Aires que se llama Longchamps, y claro, que ahora todo el mundo te vea, en mi casa pusieron pancartas en la puerta y se volvió todo muy loco. En los últimos capítulos eso era gente en la puerta de mi casa, que querían hablar conmigo”, agregó.

En su niñez agradece que sus padres lo hayan dejado ser curioso y amante de los boys scout, pues, comentó en Los Informantes su gran pasión por los paseos diarios, pese a que se arrepiente de no haber pasado más tiempo con su familia.

“La gran deuda que tengo es con mi familia porque siento que de chiquito en esa emoción y pasión que sentía por estar en los scouts descuide mucho a mi familia. No me iba de vacaciones con ellos por irme de campamento con los scouts. Les agradezco porque hoy que soy papá, digo muy chévere que me hayan dejado ser lo que quería ser. Es difícil, hoy quiere uno estar con los hijos. Les agradezco a mis papás que me hayan dejado hacer lo que quería”, expresó. "En ese momento era lo que más me gustaba hacer y me dejaron hacerlo y estoy seguro de que ellos también sufrían no tenerme ahí, pero me dejaron. Eso vale mucho”, agregó.

Tras terminar su temporada con Expedición Robinson, la productora grababa este programa para Colombia y Portugal, y ahí empezó a dar sus primeros pasos en Caracol Televisión como paramédico en el reality. “En 2004, cuando hacemos el primer Desafío, yo hice parte del proceso creativo, fui a buscar las locaciones y se contrató una empresa para que hiciera el diseño y el montaje de las pruebas, pero 20 días antes de empezar la persona renuncia. Ahí me llaman y me dicen te animas, y yo dije nací para esto”, comentó.

Martino hizo parte del Desafío desde el 2004, inició como productor de formato. Era quien diseñaba las pruebas, experimentaba la exigencia y la dificultad de cada una de ellas. Un año después se convirtió en el productor general.

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“En el primer desafío me acuerdo de que estaban anunciando que venía una tormenta y Juan Esteban que estaba en ese momento con nosotros, me dice, Sebastián no nos podemos retrasar hay que montar. Fuimos y montamos la prueba, me acuerdo de que para medio descansar de la tormenta nos tocaba meternos en el mar porque el único lugar que estaba medio calientico y aguantaba era dentro del agua. Luego, nos enteramos de que había pasado un huracán por Haití y República Dominicana”, mencionó.

A hoy, ha realizado alrededor de 1.600 pruebas, sin duda, el hecho de haber pasado por los scouts fue el paso para llegar donde está. Además, en el Desafío son al menos unas 60 personas quienes se dedican al montaje de las pruebas, es todo un equipo detrás de las ideas brillantes de Sebastián Martino. “A mí me encanta que nos retemos a nosotros mismos, crecer y volverlo más espectacular posible. Le pongo la tarea difícil a los directores que les toca documentar y poder contar todo eso”, afirmó.

Por otro lado, lo que vemos en la televisión nos aleja un poco de la realidad, así como los participantes toman un espacio de su vida para sumergirse en otro entorno fuera del contacto con el exterior. Si comparamos, no es nada a lo que ha vivido Sebastián Martino, pues ha estado dos décadas lejos de su familia, aunque cada que puede aprovechar el tiempo libre solo para ellos. “Mi hijo a veces me reclama cuando me voy”, aseguró.

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