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La primera víctima identificada es Georgina Callander, de 18 años. Amante de la música y de la artista.
Georgina alternaba su vida entre los estudios de cuidados médicos en el Runshaw College, la familia, las amigas y el arte; es decir, las series, las películas, los libros y la música.
Tristemente fue esta, su gran pasión, la que sin querer la llevó a la muerte.
Para Georgina, el uso de las redes sociales era indispensable. En Instagram, Snapchat y Twitter, posteaba diariamente lo que pensaba, sentía y hacía, especialmente fotos y recuerdos con actores, cantantes y personajes que hoy lamentan su muerte.
Fanática de ‘One Direction’ y ‘5 seconds of summer’, pero era Ariana Grande la que se robaba su corazón.
En 2015 asistió por primera vez a un concierto suyo y lo documentó ampliamente. Después del evento, en el mismo lugar de la tragedia, y de mucho insistir, logró colarse detrás de bastidores y tomarse dos fotos con ella.
De ahí en adelante, nada le quedó pequeño a esta joven. Cuanto evento había con artistas famosos, lograba acceder.
Un día antes del concierto le escribió a la artista estadounidense, recordándole su cita en Manchester para su concierto. "Ariana Grande, tan entusiasmada de verte mañana".
El día llegó. Georgina asistió a su cita sin saber que sería la última. Tras bastidores, cerca de donde ocurrió el atentado, esperaba una nueva oportunidad para registrar el encuentro con su ídolo.
Pero esta no llegó, antes una explosión la envió al hospital, y allí murió al lado de su madre, para convertirse en la primera víctima de este atentado terrorista.
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