El padre estuvo 32 días en coma y perdió 23 kilos de peso. “Sentía que estaba más allá que acá”, contó. Esta es su historia.
Ernesto Schirmer salió hace unos días del hospital, una victoria contra la pandemia en un país que registra miles de muertos.
Su esposa Paula y sus tres hijas también resultaron contagiadas.
“Cuando me dio a mí, pensé que en dos o tres días iba a estar bien, pero progresivamente me iba sintiendo cada vez peor, en cuestión de cinco días pasé una noche tan mal de no poder respirar, fiebre alta y dijimos: vamos al hospital”, cuenta Schirmer.
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Y agrega: “Sentía que estaba más allá que acá. En par de ocasiones de alucinaciones terroríficas sí le pedí a mi Dios que me llevara porque no aguantaba, pero tambien sentí que decían que yo estaba listo, pero que mi familia no”.
Por eso su esposa Paula dice que lo ocurrido “fue un milagro”.
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“Eso es lo que nos dicen las enfermeras y terapistas. Ernesto tuvo todo tipo de procedimientos, estuvo en coma inducido por 31 días”, añade.
Ella dice que este testimonio es la prueba de “que esto es real y no está perdonando a nadie”.
Ahora inicio un largo proceso de recuperación para Ernesto; médicos estimarían que esta podría tardar un año.