“No estaríamos experimentando la epidemia de pornografía si no fuera por él y por Playboy”, señaló el religioso.
El fallecimiento del empresario de 91 años, que revolucionó la industria erótica, mereció la opinión de miembros de la Iglesia Católica.
El sacerdote Dwight Longenecker, párroco de Carolina del Sur, publicó un blog en la página patheos.com en el que explica los pecados que indujo Hefner con sus números de PlayBoy.
Resalta que la desnudez como tal no es el problema, pues esta es posible apreciarse “por su belleza sin el erotismo”. Sin embargo, dice, que esa idea no era respetada por la revista para adultos. “Esto no era apreciación estética de la forma humana, ni era amor. Era lujuria”, afirma el religioso.
Para el sacerdote, “la pornografía es un pecado en una larga lista de pecados sexuales: adulterio, fornicación, masturbación, prostitución, acciones homosexuales, pedofilia, anticoncepción artificial, aborto”.
Advierte el padre que esta lista no fue hecha “simplemente porque algunos viejos vestidos con ropas rojas en Roma decidieron hacerla para que la gente se sienta culpable” y explica que estos pecados “destruyen algo que es bello, bueno y verdadero”, refiriéndose al cuerpo.
“Dios creó al hombre y a la mujer para amarse el uno al otro. Entregarse totalmente y de esto producir vida nueva”
Para Longenecker, los pecados sexuales “que promovía Playboy escupen todo eso”. Además, asegura que el resultado es ver a las mujeres tratadas como juguetes y otros males como embarazos no deseados, mujeres abandonadas y abortos.
“¿Hugh Hefner está en el infierno? Espero que no.”
Así responde y advierte que él no es quien lo determina. Está seguro, eso sí, que “cualquier alma, en cualquier momento, puede experimentar la gracia del arrepentimiento y la fe”.
Puede leer el blog completo del sacerdote en este enlace:
Is Hugh Hefner in Hell? - Standing on my Head
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Updated: septiembre 29, 2017 10:01 a. m.