El 60% del comercio y los servicios están paralizados en Zulia, mientras que en el país las cosechas y alimentos empiezan a perderse por falta de combustible.
En Maracaibo, dicen los ciudadanos, ni al cine se puede ir sin correr el riesgo de un apagón.
No hay transporte y los conductores acampan a las afueras de las estaciones de servicio esperando que llegue gasolina.
Las medicinas y los alimentos que requieren refrigeración se dañan al no soportar los cortes prolongados de energía, que en el mejor de los casos son de 12 horas al día en tandas de 6 cada una.
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Entre tanto, camioneros dicen que pagan el equivalente a 8 dólares por cuatro pimpinas de gasolina, por lo que han dejado de transportar alimentos.
“Lamentablemente estamos llegando a una hora cero donde vamos a quebrar los productores, pero el país va a sufrir una hambruna generalizada”, afirmó Leonardo Figueroa, presidente de la Asociación de Ganaderos del Táchira.
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En Zulia, además, reportan que han dejado de distribuir más de un millón de litros de leche.
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