"La recibí en el momento en que menos lo merecía”, dice Christian Picciolini, que hizo parte del movimiento extremista durante 8 años.
Este estadounidense contó cómo fue reclutado en 1987 por el primer grupo neonazi de su país.
“Un hombre se me acercó en un callejón cuando tenía 14 años. Estaba fumando un porro y él me lo quitó de la boca y me miró a los ojos y dijo: ‘eso es lo que los comunistas y los judíos quieren que hagas para mantenerte dócil’. Era la primera vez en mi vida que sentía que alguien realmente me había visto”, relató.
Pero con el tiempo conoció verdaderamente a las personas que pensó que odiaba.
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“Eran negras, eran judías, eran homosexuales, y fue la compasión que recibí de ellos, en un momento en que realmente menos lo merecía, ese fue el momento transformador más poderoso para mí”, expresó sobre el instante en dejó esa vida.
Picciolini ha escrito varios libros sobre su viaje y sobre una organización, Radicales Libres, que ofrece a los jóvenes mejores opciones que la atracción del extremismo.
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