Desde el interior la cárcel de Jamundí, Valle del Cauca, dos mujeres le narraron a El Rastro, con una frialdad estremecedora, cómo planearon y ejecutaron el asesinato del agricultor Luis Eduardo Chilito. El caso, ocurrido el 29 de marzo de 2022 en Popayán, inicialmente fue interpretado como un posible ‘ajuste de cuentas’ por temas de narcotráfico, pero la verdad salió a la luz días después y de forma inesperada.El día del crimen, la selección Colombia se jugaba su última carta para clasificar al Mundial de Catar. Mientras millones de personas seguían el partido frente a Venezuela, Luis Eduardo compartía unos tragos con Paola Andrea Bueno, una mujer que conocía de tiempo atrás y con la que había tenido una relación cercana, según testimonios de conocidos. Sin embargo, luego se sabría que ella fue uno de sus verdugos. “El plan de cómo se hicieron las cosas fue mío. Yo fui la que lo buscó, estuve al tanto de cómo pasaban las cosas. Yo fui la que fui lo busqué (al sicario), le mostré dónde vivía él, dónde llegaba. Eso fue de un día para otro, eso no fue planeado de meses atrás sino de un día para otro”, confesó en El Rastro Paola Andrea Bueno, de 26 años, y pareja de Fareli Noguera (32 años), también recluida en la cárcel de Jamundí.¿Quién era la víctima?Luis Eduardo Chilito tenía dos fincas, una en El Tambo y otra en El Plateado, municipios del Cauca. Ambas zonas son conocidas por ser corredores estratégicos del narcotráfico. Según su familia, el agricultor cultivaba hoja de coca, pero – según decía - no se involucraba directamente en el procesamiento ni en el negocio con bandas criminales. “Yo trabajo con eso, pero no me mato procesándolo”, le aseguró a su hermana Luz Mary.El agricultor de 41 años tenía dos hijas, que vivían con su esposa en El Plateado, Cauca, a casi 10 horas de Popayán, donde ocurrió el crimen el 29 de marzo de 2022.Aquella noche, Paola y Luis vieron el partido en un bar. Luego abordaron un taxi con destino al apartamento de él, ubicado en el barrio La Ladera. La conversación en el vehículo giraba en torno a la eliminación de Colombia del Mundial. Sin embargo, Paola interrumpió la charla alegando que se sentía mal. “Voy a vomitar”, le dijo al taxista en ese momento, aunque luego confesaría que todo era parte del plan para detener el carro en una zona oscura.Así fue el plan criminalMinutos después, Luis Eduardo recibió cinco disparos en la cabeza. El taxista, en medio del pánico, lo llevó al hospital Susana López de Popayán. La hermana de la víctima fue contactada esa noche por los médicos, que le dijeron que se encontraba en el hospital con heridas muy graves.Luis Eduardo Chilito llegó con impactos en la región frontal, parietal y mandibular. Su estado era crítico. “Recuerdo que sentí que me iba a desmayar (...) Llamaron a decirnos que fuéramos a despedirnos porque no había nada que hacer”, relató su hermana, entre lágrimas, a El Rastro.En medio de esta confusa situación, Paola apareció en el Comando de la Policía con golpes en el rostro y la cabeza y asegurando que había sido atacada por unos ladrones y que no entendía lo que había pasado. Sin embargo, su versión rápidamente fue descartada. Las cámaras de seguridad del bar mostraron que ella y Luis habían sido seguidos por dos hombres en una motocicleta blanca. Esa misma moto aparecía minutos después rondando la zona del ataque.El investigador Edwin Luna, encargado del caso, inició la búsqueda del taxista que los transportó. Cuando lo encontró, confirmó que Paola había actuado de forma extraña. “Ella le dijo que parara. Luego de los disparos, se bajó del taxi y huyó en otra moto”, relató el conductor.Días después, la captura de Paola fue inminente, pues por medio de interceptaciones telefónicas se descubrió que había contactado a alias El Flaco Carlos, un sicario del barrio Santo Domingo, para ejecutar el crimen y había acordado pagarle cinco millones de pesos. Las instrucciones de los sicarios para ella habían sido claras: sacar a Luis, emborracharlo, asegurarse de que no estuviera armado y llevarlo al punto donde sería emboscado.En medio de las pesquisas, la Fiscalía reveló un dato inesperado: Paola Andrea Bueno y Fareli Noguera, quien había sido cercana a Luis y tenía vínculos en la finca del Tambo, eran pareja sentimental. Por ello, Fareli también fue capturada y confesó que el motivo real del crimen era una disputa por la propiedad de la finca.Según ella, Luis no quería dividir la finca y, además, sabía algo de su pasado, algo oscuro, que yo no quería que se supiera. “Me estaba chantajeando”, confesó en El Rastro Fareli, quien fue condenada a 21 años de prisión. “Lo hice como con rabia y todo eso”, afirmó.Por su parte, Paola Andrea Bueno, que recibió una condena de 18 años, dijo durante la entrevista que “no reprocho nada de mi condena porque sé que me lo merezco. Hice daño”. Junto a ellas, también fueron sentenciados Carlos Manuel Raigosa, el parrillero que disparó; Yeison Steven Gallego, el conductor de la moto, y George Bravo Córdoba. Todos enfrentan penas superiores a los 18 años por homicidio agravado.La familia de la víctima aún no puede asimilar lo ocurrido: “Nunca nos metimos con esa mujer. Nunca le hicimos daño. No entiendo por qué le hizo eso a mi hermano”.“Nosotras no somos las buenas de la película. Somos las malas. Pero hay razones que nadie sabe”, concluyó Farelli en El Rastro, dejando en el aire un misterio que, según ella, aún no ha sido contado por completo.
La televisión pública colombiana marca un hito con el estreno de La Vorágine, una ambiciosa serie de ficción basada en la obra homónima de José Eustasio Rivera. Esta producción no solo busca reconectar a las audiencias con uno de los clásicos más importantes de la literatura nacional, sino también rescatar del olvido una de las tragedias más atroces de la historia colombiana: el genocidio del caucho. La serie revive la historia amor prohibido entre de Arturo Cova y Alicia, al tiempo que presenta la explotación de los pueblos indígenas en la Amazonía a comienzos del siglo XX.Publicada el 24 de noviembre de 1924, La Vorágine cumplió 100 años en el 2024 y es una de las novelas más influyentes de la literatura colombiana. Escrita por José Eustasio Rivera, esta obra ha sido traducida a múltiples idiomas y es considerada, después de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, la segunda novela más importante del país. Su estilo, influenciado por el romanticismo y el modernismo, es a su vez una importante denuncia social.La historia se centra en Arturo Cova y Alicia, una pareja que huye de Bogotá hacia la selva amazónica, buscando libertad, pero terminan atrapados en un mundo de violencia y explotación. En su viaje, se enfrentan a la dura realidad de la fiebre del caucho, donde la ambición y la crueldad humana dominan la región. Su historia de amor se ve marcada por el sufrimiento y la tragedia.El genocidio del caucho: una historia poco conocida en ColombiaEn los primeros años del siglo XX, la fiebre del caucho transformó la Amazonía en un infierno. Miles de indígenas fueron esclavizados, torturados y asesinados para satisfacer la demanda internacional de esta materia prima. La región de La Chorrera, en el Amazonas colombiano, fue uno de los epicentros de esta barbarie.El historiador Juan Carlos Flórez lo resumió en una entrevista de Los Informantes en el 2024, en La Chorrera, epicentro de esta barbarie por la fiebre del caucho que devastó vidas y culturas en la región: “Lo vergonzoso es que nosotros los colombianos ignoremos eso, que en los textos escolares en Colombia eso no aparezca como tal. Lo vergonzoso es que, en La Chorrera, que fue el Auschwitz en el Amazonas no exista un memorial equiparable al que muchos colombianos visitan cuando viajan a Europa.”Allí se veían desde los ahogamientos, quemas, golpizas, desmembramientos hasta las muertes por inanición. Los patronos de las caucherías prohibieron a los indígenas hablar sus lenguas, los endeudaron de por vida y los sometieron a trabajos forzados. Si no cumplían con las cuotas diarias de caucho, sus hijos y esposas eran secuestrados o ejecutados.José Eustasio Rivera, el testigo que no guardó silencioEl escritor colombiano José Eustasio Rivera se internó en la selva, conoció de primera mano horror de las caucherías y decidió denunciarlo. Su novela mezcla la ficción con la realidad, convirtiéndose en una obra muy importante para la historia del país.El exministro de Cultura Juan David Correa destacó el valor del escritor en Los Informantes. “Muchas de estas comunidades asistieron al fin del mundo, vieron desaparecer todo lo que conocían, muchos fueron desplazados al Perú, llevados a la fuerza, separados de sus propias familias, incineraron cuerpos, fueron sometidos, enterrados de una manera brutal como lo que hemos visto en Auschwitz o como lo que vimos también en las masacres paramilitares de los años 90 en el Norte de Santander.”Su obra no solo denunció, sino que dejó registro en la memoria colectiva una de las peores atrocidades de la historia nacional.¿Dónde y a qué hora ver la serie La Vorágine?La adaptación televisiva de La Vorágine es una producción de ocho capítulos más dos especiales, grabada en escenarios naturales de los Llanos Orientales y la selva amazónica. La serie revive la historia de Cova y Alicia mientras revela la brutalidad de las caucherías.El lanzamiento oficial de La Vorágine se realizó este 7 de julio de 2025 a las 9:30 p.m. en una emisión simultánea por los ocho canales regionales: Telecafé, Teleantioquia, Telecaribe, Telepacífico, Canal TRO, Canal Capital, Canal Trece y Teleislas. Esta transmisión marca un hito en la historia de la televisión pública colombiana.La serie se emitirá de lunes a viernes a la misma hora, permitiendo a los televidentes conocer esta historia que combina belleza natural, drama y denuncia social.
En Colombia, el feminicidio cobra al día la vida de dos mujeres, una cifra espeluznante, que alerta y que es clave para continuar el llamado a educar para respetar las diferencias y las libertades. Desafortunadamente, la mayoría de estos casos deja huérfanos, y viviendo un doloroso duelo, a uno o varios hijos que terminan haciendo lo que pueden para sanar. Los Informantes conoció los testimonios estremecedores de dos jóvenes cuyas madres fueron violentadas. Entre el 2019 y el 2024, se registraron en Colombia 3.718 femicidios y quedaron 1.746 huérfanos. Con el crimen de la madre, niños, niñas y adolescentes enfrentan un sinnúmero de batallas emocionales, físicas, socioeconómicas y hasta jurídicas, mientras crecen en un mundo que termina por olvidarse de su tragedia.El brutal feminicidio de Rosa Elvira CelyEl 6 de julio de 2015 se promulgó la Ley Rosa Elvira Cely, la cual tipifica el feminicidio como un delito autónomo en Colombia, con el objetivo de prevenir estos crímenes y garantizar una judicialización adecuada de los responsables. El nombre de esta, la ley 1761 de 2015 – que no da beneficios a los victimarios y obliga a penas de hasta 50 años de prisión-, es justamente el de una víctima de un atroz crimen que dejó a una niña de apenas 12 años huérfana y luchando por salir adelante.Rosa Elvira Cely fue violada, torturada y violentamente asesinada el 24 de mayo de 2012 en pleno Parque Nacional, en Bogotá, por Javier Velasco, quien paga una condena de 48 años de cárcel. Los sueños de esta mujer, que trabajaba en el día y en las noches estudiaba buscando un mejor futuro para su familia, se esfumaron y la vida de su hija, Juliana, quedó hecha trizas.“Era muy amorosa, pero su temperamento no cambiaba conmigo. Sé que pasamos muchas necesidades económicas, pero lo básico - yo creo - para hacerle la vida feliz a un niño, lo tuve. Tanto mi abuela como ella nunca mostraron como ese quiebre para hacerme entender a mí que estábamos mal, o sea, no sé cómo le hacían, pero para ellas siempre todo estaba bien, todo estaba feliz”, cuenta la hija de Rosa Elvira Cely.En diálogo con Los Informantes, Juliana relató que, tras el feminicidio de su mamá, su familia intentó protegerla evitando decirle en detalle lo que le había ocurrido a Rosa Elvira Cely, pero terminó por enterarse de una manera cruel a través de una compañera de colegio. Además, reveló que enfrentó por años el bullying, pero como pudo siguió adelante y, dice, fue “hasta hace poco” que logró vivir el duelo de su pérdida y gestionarlo.“Fingía estar bien, pero claro, yo empecé a tener síntomas de que no todo estaba bien. Una profesora es la que decide acercarse a mi abuela y mi tía. Ahí me doy cuenta de que esta profesora me analizaba bastante, porque fue la que se dio cuenta de que yo no estaba comiendo ni yendo a la cafetería. Fueron cosas muy chiquitas que para ella prendió una alarma de decir: ‘esto no es normal’”, subrayó.La mató frente a su hijaJennifer Alejandra Ramírez, de 19 años, es otra niña a la cual un feminicida le quitó lo que más quería. Tuvo que madurar a la fuerza para ser el bastón de sus hermanitos luego de que un 23 de diciembre el papá de su hermana más pequeña asesinara a su mamá, Leidy Carolina Navarrete.El trágico día que marcó para siempre a la familia de Jennifer no es menos estremecedor, porque además de la muerte de Leidy Carolina, la hermanita menor carga con el trauma de haber presenciado el crimen. “Fue muy difícil, pasamos de vivir juntos a separarnos. A mi hermana menor fue a quien más le afectó, porque su papá le quitó a su mamá. Ella quedó huérfana, porque su papá está en la cárcel y nosotras ya no tenemos a nuestra mamá”, relató Jennifer.Según cuenta, el hombre que acabó con la vida de Leidy Carolina “nunca me cayó bien porque siempre buscaba que mi mamá solo fuera de él y siempre buscaba alejarnos de ella” y tenía un comportamiento controlador y violento que generaba tensiones constantes en el hogar.Cuando ella decidió terminar la relación, Andrés los perseguía constantemente y la amenazaba con hacerle daño a ella y a sus hijos. “Antes la amenazaba con que iba a llevarse y secuestrar a Sofía”, afirmó. Aunque alcanzaron a alertar la situación en una Comisaría y pedir una orden de alejamiento, les solicitaron pruebas y no alcanzaron a entregarlas, pues el sujeto la mató delante de la pequeña Sofía antes de Navidad.El agresor se entregó, confesó el feminicidio y hoy está en prisión. “Si hubiera podido dar mi vida para que fuera yo en lugar de mi mamá, y así mis hermanos no se quedaran sin ella, lo haría”, dice con dolor Jennifer.La ley huérfanos por feminicidioHoy, más grandes y fortalecidas, unidas por el dolor de haber perdido a sus mamás, están apoyando la ley huérfanos por feminicidio, un proyecto al que solo le falta la conciliación y la sanción presidencial y pretende que el Estado se obligue apoyar a todos los menores de 25 años que quedan a la deriva.“Esta ley, que ya avanza hacia la etapa de conciliación y sanción presidencial, lo que busca es que, primero que todo tengan acceso prioritario a apoyo psicológico, cuando es necesario, cuando quedan en casos de pobreza y extrema pobreza que puedan tener acceso a un apoyo económico para los gastos funerarios”, explicó Carolina Giraldo, autora de la ley.Como la mamá de Jennifer, muchas mujeres se atreven a poner una denuncia o van a una Comisaría de Familia y piden auxilio porque temen por sus vidas, pero el Estado muchas veces no es capaz de garantizarles la seguridad. Por eso hoy, la hija de Leidy Carolina y Juliana, en nombre de Rosa Elvira Cely, honran la memoria de sus mamás con su ejemplo y con la idea de ayudar para que otros niños no sufran como les tocó a ellas.“Me siento orgullosa de poder ayudar; ya hice las paces con mi historia, y cuando uno logra eso con algo tan doloroso, es como decir: ‘ya me pasó a mí, ahora, ¿qué quiero hacer con esto?’ (…) Qué orgullo que, en medio de tanta tristeza, estemos ayudando a más mujeres (pues su caso logró la Ley Rosa Elvira Cely), a más niños con mi historia”, puntualizó Juliana Cely.
El periodista colombiano Diego Guauque, conocido por su trabajo en el programa Séptimo Día, volvió a conmover las redes sociales con una noticia dolorosa. Esta vez, no se trata de su propia batalla contra el cáncer, sino de la pérdida de un hombre que se convirtió en símbolo de resistencia y esperanza: Freddy Botero. La noticia de su fallecimiento, compartida por Guauque a través de su cuenta de Instagram, tocó las fibras más sensibles de miles de personas que siguieron de cerca su historia tras protagonizar unas de las investigaciones del reportero.En 2023, Diego Guauque fue diagnosticado con leiomiosarcoma, un tipo de cáncer poco común que afecta los músculos lisos del cuerpo. Su diagnóstico lo obligó a alejarse de las cámaras y someterse a un tratamiento riguroso que incluyó quimioterapia y una cirugía en la que le extirparon un riñón. Debido a esto, Guauque decidió compartir su proceso personal con el país. A través de sus redes sociales, relató cada etapa de su lucha, desde los momentos más difíciles y retadores hasta los pequeños triunfos que le daban esperanza. Su testimonio se convirtió en una fuente de inspiración para miles de personas, y su regreso a Séptimo Día marcó un nuevo enfoque en sus reportajes haciendo énfasis en temas de salud.Y fues justamente en medio de su batalla que conoció a Freddy Botero, un economista de 45 años, esposo y padre de dos niñas, cuya vida cambió radicalmente tras ser diagnosticado con cáncer de estómago en etapa cuatro.Freddy Botero, así fue su dura batalla contra el cáncerFreddy Botero vivía en Bogotá junto a su esposa y sus dos pequeñas hijas. En diciembre de 2023, un fuerte dolor de estómago lo llevó a realizarse varios exámenes médicos. El diagnóstico fue desolador: cáncer gástrico con metástasis en el intestino, la vejiga y el peritoneo. Los médicos le dieron una expectativa de vida de apenas 12 meses.“Le dije a mi esposa, ‘amor, me puedo morir’”, confesó Freddy entre lágrimas en Séptimo Día, en el programa llamado 'Cuando el cáncer llegó a mi hogar'. Su testimonio, lleno de sinceridad y valentía, fue muy recordado por los televidentes.“Yo estoy en etapa 4, el nivel más avanzado que hay en el cáncer… Yo siempre le digo ‘Dios, ¿para qué me pones este reto?’ y le digo que estoy dispuesto a hacer lo que sea para salir adelante… No voy a desfallecer porque sé que puedo”, expresó en septiembre de 2024.Una amistad más allá de las cámarasLa historia de Freddy no solo impactó a los televidentes, también tocó profundamente a Diego Guauque. El periodista no solo documentó su lucha, sino que entabló una relación cercana con él y su familia. Asistió incluso a la primera comunión de las hijas de Freddy, un gesto que reflejaba la amistad que habían construido más allá del trabajo periodístico.Desafortunadamente, el 7 de junio de 2025, Freddy Botero falleció en su hogar, rodeado de su familia. La noticia fue confirmada por Diego Guauque a través de un emotivo video publicado en sus redes sociales.“Sobre las 6:00 de la tarde me entregaron una noticia que me dejó bastante helado y acongojado. Ustedes se acuerdan de que yo hice una historia, Fredy Botero, yo lo presenté en el programa. Fredy estaba luchando contra un cáncer de estómago y murió. Me deja muy triste la noticia”, dijo visiblemente afectado.La valentía de Freddy BoteroEn su mensaje, Guauque agradeció a Freddy por haberle abierto las puertas de su hogar y por haber compartido su historia con el país. “A Freddy gracias por abrirme las puertas de su hogar, por invitarme a la primera comunión de sus niñas. Debemos darles las gracias a personas como él que, pese a las dificultades, se atreven a contar lo que es esta enfermedad para que en otros hogares no ocurra”, dijo.La publicación en Instagram, que ya supera las 165 mil reproducciones, se llenó de mensajes de apoyo, condolencias y admiración por la valentía de Freddy.“Lo recuerdo muy bien porque él no quería dejar a sus hijas 😢", escribió una usuaria. Otro comentario decía: “Recuerdo el caso, siempre le demostró fortaleza a su familia, aunque estuviese sin fuerzas. Dios lo tenga en su santo reino y descanse en paz 🙏🏾🙏🏾”. “Gracias por visibilizar su historia, que Fredy pueda descansar en paz y a su familia mucha fortaleza y oración para superar este dolor inmenso! 😢”, son solo algunos de los cientos de comentarios.El cáncer: una realidad que no da treguaSegún datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicados a inicios de 2024, una de cada cinco personas desarrollará algún tipo de cáncer a lo largo de su vida. Esta enfermedad, que representa una de las principales causas de muerte en el mundo, no solo afecta el cuerpo, sino que transforma por completo la vida emocional, social y económica de quienes la padecen y de sus familias.Historias como la de Freddy Botero y Diego Guauque son testimonios que muestran la crudeza de esta enfermedad, que algunos viven para contar, pero que también deja dolor en cientos de familias.
El mundo del ciclismo tiene los focos puestos en el Tour de Francia 2025 por la intensa rivalidad que revivirán Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, sin embargo, en los últimos días el ambiente para el danés no es el mejor y todo por cuenta de unas declaraciones de Trine, su esposa.La pareja del bicampeón de la 'grande boucle' dejó en claro que Visma Lease a Bike presionaba mucho a Jonas y que no le permitían tener el espacio suficientemente con su familia. Fue tal su queja, que hasta dio un ejemplo que un hecho que pasó y que no dejó en buenos términos la relación entre el corredor y la escuadra. “En un momento dado, decidimos renovar la casa juntos. Jonas se dio cuenta de que podía derribar una cocina, instalar una nueva y poner suelo de madera. Al equipo no le gustó mucho”, contó. Las palabras de Trine no calaron bien en Michael Rasmussen, mejor conocido como 'El Pollo y uno de los corredores más emblemáticos en la historia de Dinamarca. “Ella es absolutamente incompetente”, dijo de entrada. Para el campeón mundial de ciclismo de montaña de 1999, la pareja de Vingegaard no debió hablar del tema y mucho menos en este momento. “Ella debería mantenerse completamente al margen de esas conversaciones sobre la elaboración de las tácticas para el equipo, porque pone a Jonas en una situación inusualmente difícil en pleno Tour”, complementó.Para Rasmussen lo más insólito del caso es que Jonas, su esposa y el equipo no hayan sabido gestionar los tiempos y el contenido de ese diálogo con la prensa. “Parece increíblemente amateur que él no sepa el contenido de esa entrevista”, expresó sin tapujos. El exciclista estaba muy enfadado y hasta les tiró una frase irónica por lo ocurrido: “Podrían coordinarse un poco. Tampoco estarán tan ocupados para no poder hablar en pareja”.Por último, 'El Pollo' recordó que es habitual que Trine aparezca con sus hijos en la 'grande boucle' y que seguramente será un momento muy incomodo para el Visma. “¿Cómo será el ambiente cuando se una a ellos en el Tour?¿cómo va a mirar a todos a la cara?”, concluyó.
Este miércoles, 9 de julio de 2025, la Tasa Representativa del Mercado (TRM) en Colombia se ubica en $4.054,13 pesos por dólar estadounidense, de acuerdo con la información oficial publicada por el Banco de la República. Esta cifra en el precio del dólar es utilizada por entidades financieras, empresas y ciudadanos para calcular conversiones entre pesos y dólares.La TRM de $4.054,13 representa un aumento de $31,84 pesos frente a la tasa del día anterior, martes 8 de julio, cuando se ubicó en $4.022,29. Este incremento equivale a una variación del 0,79 %, lo que indica una ligera presión alcista sobre el valor del dólar en el mercado colombiano. En términos semanales, la TRM ha subido $6,42 pesos frente al miércoles 2 de julio, lo que representa un aumento del 0,16 %. Sin embargo, si se compara con el mismo día del mes anterior (9 de junio), se observa una disminución del 2,04 %, equivalente a $84,59 pesos. Esta tendencia mensual a la baja sugiere una relativa estabilidad cambiaria.Precio del dólar en casas de cambio en ColombiaBogotá: compra: $4.060 - venta: $4.140 Cali: compra: $4.000 - venta: $4.130Medellín: compra: $3.920 - venta: $4.110 Cartagena: compra: $3.750 - venta: $3.980 Pereira: compra: $3.730 - venta: $3.800Cúcuta: compra $4.330 - venta: $4.490 ÁNGELA URREA PARRANOTICIAS CARACOL
El sueño mundialista de Jhon Arias y Fluminense llegó a su fin tras la derrota por 2-0 frente al Chelsea en las semifinales del Mundial de Clubes 2025. El conjunto brasileño no logró avanzar a la final, pero dejó una imagen competitiva, con el colombiano como una de sus figuras más destacadas en el torneo.A sus 27 años, Arias atraviesa un momento clave de madurez futbolística. En varias oportunidades del certamen fue elegido como el mejor jugador del partido, recibiendo el galardón Michelob Ultra, premio que también será entregado en la Copa Mundial de la FIFA 2026. Su rendimiento ha despertado el interés de varios equipos europeos, que lo siguen de cerca para una posible incorporación en el corto plazo.¿Jhon Arias con destino Inglaterra?Uno de los clubes que más seriamente ha mostrado interés en Jhon Arias es el Aston Villa. Según reveló el medio brasileño 'RTI Esporte', el conjunto inglés ya hizo un primer acercamiento durante la participación de Fluminense en el Mundial de Clubes. El agente del jugador, Gianfranco Petruzziello, habría trasladado el contacto inicial al club brasileño, aunque en ese momento, el presidente Mário Bittencourt optó por no iniciar negociaciones.No obstante, el panorama ha cambiado. Aston Villa estaría dispuesto a reactivar las conversaciones y presentar una oferta formal por el jugador colombiano. El club inglés valora su proyección, versatilidad y experiencia internacional, y tendría sobre la mesa una propuesta cercana a los 20 millones de euros: 18 millones en concepto fijo y otros dos millones en variables.Pese a que Fluminense habría fijado un precio alto por su figura, desde Inglaterra confían en llegar a un acuerdo. Las gestiones se estarían llevando a cabo de manera reservada, mientras Arias continúa enfocado en cerrar el año con buen rendimiento, tanto en el plano local como con la Selección Colombia.Jhon Arias vive uno de los momentos más brillantes de su carrera. Consolidado en el fútbol brasileño y con creciente protagonismo en la Tricolor, el salto al fútbol europeo podría estar cada vez más cerca. El próximo mercado de fichajes será decisivo para saber si su sueño de niño finalmente se cumple.Sin embargo, no es el único equipo interesado en Jhon Arias, ya que el 'cafetero' también ha sido vinculado con el Galatasaray de Turquía, club en el que militan Dávinson Sánchez y Carlos Cuesta.
A Ana Gabriela Posso Jiménez, de 18 años, se le perdió el rastro hace más 20 días en la ciudad de Cartagena. Su reporte de desaparición en el Registro Nacional de Desaparecidos del Instituto Nacional de Medicina Legal data del pasado 16 de junio, misma fecha en la que la joven tuvo su última comunicación con su familia. Ana Gabriela vivía en la conocida 'ciudad amurallada', capital del departamento de Bolívar, donde cursaba el primer semestre del programa académico de Química Pura en la Universidad de Cartagena. Para solventar sus gastos y sostenerse en la ciudad, también se desempeñaba como trabajadora en un gastrobar.Ahora, a pocos días de completar un mes de desaparición, su nombre se suma a la larga lista de mujeres que permanecen pérdidas en la turística zona caribeña del norte de Colombia. El extraño caso de Posso Jiménez se enmarca en el mismo contexto en el que se le perdió el rastro a la joven Tatiana Hernández, también estudiante universitaria, oriunda de Bogotá, de quien no se tienen detalles desde el pasado 13 de abril tras ser vista sentada sobre espolones o rocas contiguas a la avenida Santander mirando hacía al mar.Detalles de la desaparición de Ana Gabriela Posso: lo último que se supo de ellaDe acuerdo con las denuncias de sus allegados, la mujer residía sola en un apartamento del barrio Armenia y trabajaba en la lujosa zona de Bocagrande, punto popular por sus largas playas de arena con paseos con palmeras de fondo y su amplia oferta gastronómica y de bares presentada a los turistas que visitan la ciudad. Así lo indicó Andrés, uno de sus primos, en entrevista con el medio El Tiempo. Su familiar indicó que, de hecho, Ana Gabriela, "desde muy niña, ha sido bastante independiente. Trabajaba en un restaurante en Bocagrande. Vivía sola en un apartamentico, una habitación". En el registro emitido ante Medicina Legal se puntualizó que, según información emitida por su padre, Edgar Rafael Posso Muñoz, "se desconocen las horas de desaparición", así como las prendas que vestía el día en que fue vista por última vez.Fue el 15 de junio cuando sus allegados dejaron de escuchar de la joven estudiante, quien solía tener una relación bastante cercana con Edgar, quien no reside en la capital de Bolívar. Conforme su allegado, en el diario antes citado, ambos mantenían una comunicación frecuente y Ana Gabriela solía compartirle detalles de su vida. Ese mismo día, la muchacha habló con él y realizó otras llamadas a sus familiares. Entre estas, le hizo una videollamada a una de sus tías y le marcó a su primo; sin embargo, Andrés no pudo contestarle porque estaba ocupado en el trabajo.En la comunicación con su familiar, quien vive en Barranquilla, Ana Gabriela le comentó que "estaba muy alegre". Sin demostrar ningún signo de preocupación, aseguró que le "estaba yendo bien en la universidad y que le estaba yendo bien en el trabajo". El día siguiente, el 16 de junio, las dudas empezaron a surgir después de que no respondiera las llamadas y mensajes de su papá. El mensaje rutinario que Edgar solía enviarle para saber cómo iba fue ignorado por varias horas. El 17 de junio, su padre volvió a escribirle y la intentó llamar. Según comenta Andrés, en ese punto sucedió algo que califican como "extraño": "Los mensajes le llegaron, los vio, pero no respondió”. Sus allegados siguieron insistiendo, sin embargo, minutos después, el celular fue apagado y los mensajes de la aplicación de mensajería dejaron de aparecer como 'recibidos'. Edgar empezó su búsqueda incansable aquel martes de julio y buscó a sus amigas, a su universidad e incluso su trabajo, pero nadie sabía nada de la joven de 18 años. “Él me escribió, como yo vivo en Cartagena, para decirme que Ana no le respondía. Yo también le escribí a ella, pero nada. Le dije a mi tío que viniera a Cartagena lo antes posible para poner la denuncia porque era muy raro”, puntualizó Andrés en diálogo con el diario El Tiempo. De acuerdo con los allegados, tías de Gabriela lograron contactarse con el restaurante donde trabajaba y la respuesta les generó mayores alertas: “Le dijeron que tenía aproximadamente cinco días de haber renunciado”. La réplica de los arrendatarios del apartamento donde residía fue similar y les indicaron que "se había ido" y que "pensaban que nosotros sabíamos". La preocupación aumentó al momento de entrar a la habitación de Ana Gabriela y notar que había dejado “la mitad de la ropa”. Su primo continuó preguntando e intentó conseguir videos de cámaras de seguridad del barrio en el que residía: "Ninguna de esas cámaras sirve. Nadie la vio salir. No se sabe si salió en la noche o en la madrugada. Tampoco se sabe cómo iba vestida”. Hasta el momento, las autoridades no han emitido declaraciones de su caso. No obstante, la familia teme que la estudiante haya sido engañada. “No sabemos si se le acercaron personas, si le ofrecieron cosas, si le pintaron un paisaje de muchos colores. No sabemos nada”, expresó Andrés. Por lo pronto, la denuncia de su desaparición fue interpuesta en la Policía y su búsqueda continúa por la capital de bolívar. En el cartel de búsqueda se aclara que Ana Gabriela es una mujer de piel trigueña, cabello largo, negro y crespo y 1,60 metros de estatura. De igual forma, se describe que su contextura es promedio y no tiene rasgos o características particulares como cicatrices o tatuajes.Se recomienda que quien tenga información relevante del paradero o estado de Ana Gabriela Posso se comunique con los números 3008878505 y 122 de la Fiscalía.LAURA NATHALIA QUINTERO. NOTICIAS CARACOL DIGITAL.
El 22 de marzo de 2024, Villavicencio amaneció con una noticia tan brutal como desconcertante: un joven de 24 años, identificado como Juan David Perdomo Wehdeking, fue señalado como el responsable del asesinato de sus padres, José Luis Perdomo Hernández y Sonia Wehdeking Baños. El crimen, perpetrado con arma blanca, no solo estremeció a la ciudad, sino que aún hoy, meses después, sigue generando preguntas sin respuesta.Los hechos ocurrieron en la madrugada, alrededor de las cinco de la mañana. Según el testimonio de Carol Mujica Perdomo, prima del presunto homicida y sobrina de las víctimas, compartido en el pódcast Conducta Delictiva, todo comenzó cuando el joven atacó a su padre mientras dormía en una silla mecedora en la sala del apartamento. Los gritos alertaron a algunos vecinos, pero ya era demasiado tarde.Una pista que podría ser clave en el casoTras el crimen, Juan David huyó a Bogotá. La rapidez de su escape y el silencio posterior dejaron desconcierto en su entorno cercano, que aún trata de entender qué pudo llevarlo a cometer semejante acto.Pero hay un hallazgo que ha llamado especialmente la atención: un libro encontrado entre las pertenencias del joven que ha despertado todo tipo de teorías. Aunque no se ha revelado públicamente el título, la familia y quienes han seguido el caso se preguntan si su contenido podría tener alguna relación con el crimen, ya sea como detonante, influencia o símbolo.Lo que parecía un caso resuelto con una detención, ahora se ramifica en nuevas preguntas, alimentadas por los relatos de quienes conocieron a la familia. Un entorno tranquilo, sin señales previas de violencia, con un hijo que estudiaba y compartía el hogar con sus padres, y que sin antecedentes conocidos, terminó siendo protagonista de una de las tragedias familiares más impactantes de los últimos años en la región.A medida que el caso avanza en las instancias judiciales, la historia continúa desarrollándose. Los testimonios y nuevos detalles, como el papel que pudo haber jugado ese misterioso libro, podrían dar pistas no solo sobre lo que ocurrió aquella madrugada, sino sobre lo que venía gestándose en silencio mucho antes. ÚLTIMAS NOTICIAS NOTICIAS CARACOL