Como cada domingo, el programa Los Informantes presenta a los televidentes tres grandes historias. En esta ocasión la historia de un soldado que fue secuestrado por las Farc y que sobrevivió gracias al ajedrez, luego el caso del parapentista de 58 años que se perdió en medio de un sobrevuelo en el mes de mayo y no regresó a casa. Finalmente, conozca la historia de vida de Katherine Tapia, la arquera de la Selección Colombia Femenina.El ajedrecistaLa Jurisdicción Especial para la Paz emitirá la primera sentencia por el caso 01, dedicado al capítulo doloroso de los secuestros cometidos por la antigua guerrilla de las Farc. En este contexto, la audiencia se encontrará con el testimonio del sargento mayor retirado del Ejército, Heriberto Aranguren, quien sobrevivió a cuatro años de cautiverio gracias a una inesperada aliada: la disciplina del ajedrez. En medio de la selva, con solo un tablero en su celda, la estrategia mental se convirtió en su tabla de salvación y en una jugada maestra que le permitió mantener la cordura. Con madera de chonta fabricó en el cautiverio más de 100 tableros de ajedrez, uno gigante para que los guerrilleros aprendieran a jugar. Cuando estuvieron a punto de asesinarlo, la misma madera con la que hacía los tableros lo salvó de un final desastroso.El último vueloLa desaparición de Luis Adriano Sanabria, un parapentista experimentado en Villavicencio, conmocionó al mundo de los deportes extremos. Lo que empezó como un vuelo rutinario terminó en tragedia cuando las corrientes de viento lo arrastraron y se perdió todo rastro de él. Tras dos meses de búsqueda incesante, familiares, amigos y rescatistas reconstruyen su último recorrido en el aire y narran el doloroso desenlace de una travesía que parecía imposible de resolver.Más de 400 personas se adentraron en una selva virgen para buscarlo, pero nunca dieron con ninguna pista que los llevara a él. Después de accidentes, mordedoras de serpiente y un choque con grupos al margen de la ley, las autoridades decidieron suspender las labores de búsqueda. “Él decía: si yo me muero, me muero feliz haciendo este deporte”, recuerda su esposa, Angie Montoya. Hoy en día ese es el consuelo que le queda a la familia del parapentista, confiar en que, efectivamente, así fue.La Tapia de la selecciónLa vida de Katherine Tapia, la arquera de la Selección Colombia de Fútbol, quien de niña soñaba con usar guayos y pegarle al balón, en contra del deseo de su familia. Antes de llegar a la élite del deporte, su camino incluyó un paso inesperado por el Esmad, donde la disciplina y la fuerza marcaron su carácter. Hoy, con seguridad bajo los tres palos, combina ese temple con la pasión por el fútbol, demostrando que su apellido no es casualidad sino un símbolo de constancia y orgullo nacional.Desde Córdoba, la futbolista colombiana narra cómo fueron sus primeros acercamientos al fútbol y los trabajos que tuvo que desempeñar para perseguir ese sueño. También revela detalles de la lucha que tuvo contra la depresión, en la que incluso se planteó acabar con su vida. Después de lo más difícil llegó a la Selección Colombia Femenina y logró ser subcampeona de la Copa América 2025.
Después de las más reciente Copa América Femenina, los colombianos quedaron con emociones divididas: orgullosos por la llegada de la Selección Colombia a la final, pero tristes porque faltó muy poco para conseguir el triunfo. Así se sentía también Katherine Tapia, quien vio escapar el primer puesto en sus manos, pero que tras regresar a su país le concedió una entrevista a Los Informantes para contar su historia, una llena de esfuerzo y resiliencia.Katherine nació en Las Flores, un corregimiento de Córdoba, siendo hija de una cocinera y un comerciante de verduras. En su casa nadie hablaba de fútbol y tampoco había apoyo para una niña que soñaba con ser futbolista. Sus papás temían las críticas, las heridas y, sobre todo, que ese camino no le asegurara el futuro.Pero ella insistía. Jugaba con los niños del barrio, descalza, dándoles codazos para que la dejaran entrar a la cancha. No la detenían ni las burlas por ser mujer en un campo de hombres ni las peleas con sus padres, que no entendían cómo una niña aplicada, adelantada dos cursos en el colegio y destacada en matemáticas, quería dejar todo por un balón. “Yo les decía: pero si yo rindo en el colegio, soy buena estudiante, recibo menciones de honor, ¿por qué no me dejan jugar?, ¿por qué no me dejan ser feliz?”.Su inteligencia la llevó a graduarse del colegio a los 14 años, pero en lugar de proyectarse como ingeniera de sistemas —carrera que alcanzó a estudiar tres semestres por presión de sus padres—, siguió persiguiendo la pelota a escondidas de sus padres. Escapándose para jugarPara entrenar con un equipo semiprofesional en un municipio cercano, empezó a trabajar como niñera. Les imponía a sus jefes dos condiciones: que le dieran permiso en las tardes para entrenar y que, si sus papás preguntaban por ella, jamás dijeran que estaba jugando fútbol. A los 16 años, Katherine Tapia compró sus primeros guayos. Eran azules con blanco y para ella eran un tesoro porque los había pagado con el dinero que ganaba cuidando niños.La mentira se rompió un día cuando viajó a un partido en Caucasia. Ella y sus compañeras fueron retenidas por un grupo armado hasta la madrugada. Ese fue el día en que sus padres supieron la verdad.Portera por accidenteCursando el tercer semestre en la Universidad, fue convocada por la Selección Sub-20 y abandonó los estudios por cumplir su sueño en Bogotá. Sin embargo, su paso por el equipo fue fallido y salió antes de lo esperado. Decidió quedarse en la capital y le tocó rebuscárselas como empleada doméstica. Aprendió a cocinar sobre la marcha y entrenaba en clubes aficionados hasta que, por pura casualidad, la ubicaron en el arco.“Un día el técnico me dice: ‘Kathe, no tenemos arquera, ¿no quieres probar? Por tus manos y tu altura’". Lo hizo y descubrió su talento, ante la falta de recursos los papás de sus compañeras le regalaron guayos y guantes. "Le empecé a coger cariño y a ver que tenía las condiciones, me gustaba la adrenalina de estar ahí atajando”.Su paso por el Esmad y la lucha contra la depresiónEl camino no fue lineal. Presionada por la necesidad de estabilidad, se presentó a la Policía y terminó en el Esmad. Allí vivió de cerca el miedo: un compañero que perdió una pierna, otra herida por una papabomba. “Yo dije: esto ya no es para mí”, recuerda.Lo paradójico es que fue el Esmad el que le abrió las puertas del fútbol profesional. Primero como arquera del equipo femenino y masculino de la institución, luego como fichaje de Atlético Nacional, cuando alguien la descubrió en un partido del Esmad. Durante dos años vivió en un pulso constante entre ser policía y futbolista. Hasta que tomó una decisión: se quedó con el fútbol.Han pasado siete años desde entonces. Katherine Tapia ha levantado trofeos, ha sido subcampeona de la Copa Libertadores, reconocida como la mejor arquera de la Copa América Femenina y hoy defiende el arco del Palmeiras en Brasil.Sin embargo, el éxito tuvo sombras. Una lesión en la rodilla la dejó fuera del Mundial de Australia y la sumió en una depresión severa. Bajó 12 kilos, dejó de comer, lloraba sin parar y, en dos ocasiones, intentó quitarse la vida, pero fue salvada en ambas ocasiones por llamadas de sus seres queridos. “Me hacía la fuerte con mi familia, pero por dentro estaba derrumbada. Ya mi estómago no aguantaba más medicamentos”, confiesa. El apoyo psicológico y su voluntad de volver al arco fueron su salvación.Hoy, a los 32 años, Tapia entiende que su historia va más allá de los títulos. “Una niña vino a mi casa y, al verme, empezó a llorar solo por conocerme. Eso es lo que más me emociona: saber que estás impactando tantas vidas con tu historia y que tantas personas sueñan con ser como tú".Con su vanidad intacta —se arregla sola las uñas y hasta se las pinta a sus compañeras de Selección— y su carácter de hierro, Katherine sabe que todavía tiene partidos por jugar y sueños por conquistar. Su mensaje es sencillo, pero contundente: “Al principio los sueños cuestan, no son fáciles, pero no dejen de luchar, de creer y de trabajar”.
Cada domingo, durante veinte años, Luis Adriano Sanabria repetía el mismo ritual. Salía de su casa en Villavicencio con el parapente a la espalda y el corazón dispuesto a sentir esa mezcla de libertad, vértigo y euforia que solo encontraba en el aire. Para él, volar era más que un pasatiempo, era una manera de estar vivo.“Él decía: si yo me muero, me muero feliz haciendo este deporte”, recuerda su esposa, Angie Montoya. Hoy en día ese es el consuelo que le queda a la familia del parapentista, confiar en que, efectivamente, así fue.La última vez que despegó fue el domingo 25 de mayo de 2025. Parecía un día cualquiera. En la mañana, Sanabria dudó si salir; el día anterior había compartido con su familia y quería quedarse en casa. Pero una llamada de un amigo cambió la decisión: “Negra, vengo más tarde. Voy un ratito a volar”, le dijo a Angie antes de salir.Pasadas las 11:30 a. m., a sus 58 años, despegó desde el Piedemonte llanero. Antes, como solía hacerlo, había ayudado a compañeros menos experimentados. Esa generosidad lo caracterizaba. Nadie imaginaba que aquel sería su último vuelo.¿Qué le pasó a Luis Sanabria?El clima jugó en contra. La mañana soleada se transformó en nubes grises que auguraban tormenta. Varios pilotos prefirieron no volar. Su amigo Guillermo Arias, parapentista y compañero desde hace tres décadas, intentó persuadirlo. “Le dije: mire el cielo, no está para volar”. Pero Luis confiado en su experiencia se lanzó.A la 1:30 de la tarde aún estaba en el aire, intentando aterrizar. Desde tierra, Arias le daba instrucciones por radio, pero el viento era más fuerte. El parapente se agitaba peligrosamente de adelante hacia atrás. “Siempre que alguien está en una condición así le decimos: no pelee con la brisa, déjese llevar por ella. Eso se llama un vuelo de cola”, recuerda Arias, con la voz quebrada.Luis fue arrastrado hacia Acacías. Lo último que se supo de él quedó registrado en un video casero grabado por una familia a orillas del río Sardinata. Era apenas una silueta que se pierde entre las nubes oscuras a las 3:00 de la tarde. “Es muy desagradable lo que se siente. Es una desorientación total. Uno no sabe si sube o baja, si va a la derecha o a la izquierda”, explica Arias, poniéndose en los zapatos de su amigo.Esa misma tarde, al no tener noticias, sus compañeros y familiares reportaron la desaparición. Bomberos de Acacías, Defensa Civil, Cruz Roja, campesinos de la región y la Fuerza Aérea se sumaron al operativo de rescate. Más de 400 personas recorrieron montañas, selvas y ríos. Hubo sobrevuelos en helicópteros y drones. La Fuerza Aérea hizo diez misiones. Nadie lo encontró.La esperanza, sin embargo, se alimentaba de su fortaleza. Había sido militar y policía, sabía de supervivencia. Pero los días se convirtieron en semanas. Hubo heridas, mordeduras de serpiente y accidentes durante la búsqueda. Incluso, en un punto, un grupo armado les impidió el paso a los rescatistas. El 19 de junio, luego de 25 días, las autoridades suspendieron la búsqueda.Así encontraron a Luis SanabriaEl 4 de agosto, 71 días después de su desaparición, llegó la llamada más esperada y más temida. Un cuerpo había sido hallado a orillas del río Guamal. Las huellas confirmaron que era Luis Adriano Sanabria. El hallazgo, sin embargo, no trajo todas las respuestas. El cuerpo estaba desnudo, fracturado y sin rastro del parapente ni del radio. Creen que pudo haber aterrizado en la copa de un árbol o en tierra, haberse quitado el equipo para buscar ayuda y luego ser arrastrado por la creciente del río. “Lo que tuvo que haber aguantado y sufrido es bastante”, dice su esposa y agrega que “él siempre pensaba en los demás, en la felicidad de los demás, más que en él”.Aunque las preguntas sobre lo que le ocurrió siguen abiertas —qué pasó exactamente después de que la nube lo envolvió, por qué nunca apareció el equipo—, su familia encontró en el hallazgo un cierre a la incertidumbre.Luis Sanabria murió como lo soñó: en el aire, con el viento como compañía. Quienes lo conocieron lo seguirán recordando no por la forma en que desapareció, sino por la manera en que vivió.
Brayan Martínez Rodríguez creyó haber enfrentado la peor tragedia de su vida cuando un disparo en su niñez lo dejó sin movilidad en las piernas, pero a sus 21 años, el destino le tenía preparada una prueba aún más cruel: fue secuestrado y enterrado vivo en un hueco durante 76 días, sin comida ni agua suficientes, rodeado de insectos y bajo la amenaza constante de ser asesinado. Lo más desgarrador fue descubrir que el autor intelectual del crimen era su propio medio hermano, Sebastián Martínez. Séptimo Día investigó el caso en el 2022.El 28 de noviembre de 2020, Brayan fue sacado a la fuerza de su casa en Villavicencio, Meta, por un hombre y una mujer. Lo obligaron a tomarse una bebida y lo subieron a una moto. Al despertar, se encontraba encerrado en un hueco subterráneo de aproximadamente un metro por un metro. No podía acostarse ni estirar las piernas, y sus muletas estaban fuera de su alcance.Durante 76 días, Brayan vivió en condiciones inhumanas. “Duraba semanas sin probar alimento, solo líquido”, relató. El espacio era tan reducido que debía permanecer sentado y no podía estirarse por completo. “No me podía acostar nada, a toda hora mantener asentado y con los pies recogidos”, dijo.La situación se volvió aún más degradante cuando tuvo que convivir con sus propias heces. “Me tocó pedirles que me dieron algo para hacer las necesidades del cuerpo, me pasaron un balde y ese balde no me lo sacaron, duré con eso más de un mes”, añadió.Además, rodeado de insectos como cucarachas que según recuerda, debía aplastar y también estaba bajo amenaza constante de morir: “Me dicen que me van a matar, cuando escucho arriba dos cuchillos afilarse”. Una terrible pesadilla que aún recuerda con dolor, pese a los años que han pasado desde ese fatídico suceso.La familia, víctima de una doble extorsiónLos secuestradores contactaron a la familia de Brayan, humildes campesinos, exigiendo $200 millones de pesos como rescate. Su padre, Orlando, vendió su casa por $40 millones para reunir parte del dinero. El encargado de entregar esa suma fue Sebastián Martínez, medio hermano de Brayan, a quien este consideraba como un hermano de sangre.La primera entrega se realizó el 23 de diciembre de 2020, siguiendo instrucciones precisas. Sin embargo, los secuestradores afirmaron no haber recibido el dinero y exigieron otros $40 millones. Luz Dalia, madre de Brayan, vendió su única casa por $20 millones, y Sebastián ayudó a conseguir los otros $20 millones para la segunda entrega el 10 de enero de 2021. Nuevamente, los secuestradores negaron haber recibido el pago y Brayan no fue liberado.La fuga que le devolvió la libertadEl 12 de febrero de 2021, Brayan escuchó que sus captores planeaban asesinarlo y decidió arriesgarlo todo. Aprovechando un descuido, logró mover la tapa del hueco, arrastrarse sin sus muletas y subir entre los escombros. Alcanzó a ver la luz por primera vez en meses y saltó una pared de dos metros.Una patrulla de la Policía lo encontró y alertó al Gaula. La Policía envió una foto de Brayan a su madre, confirmando su rescate. Regresó a casa en silla de ruedas, desnutrido y con graves secuelas físicas y emocionales.Tras el rescate, el Gaula allanó la casa donde estuvo secuestrado. Confirmaron las condiciones atroces del hueco. En el lugar, identificaron y detuvieron a Tatiana Hincapié y su hijo Javier Darwin Torres, quienes intentaron huir. Brayan reconoció sus voces como las de sus captores.Inicialmente, ambos negaron los cargos, pero Darwin hizo una cruel e inesperada revelación: confesó que el autor intelectual del secuestro era Sebastián Martínez, el medio hermano. Según su testimonio, Sebastián propuso el “negocio macabro” a Tatiana. El plan original era secuestrar a Julieth, hermana de Brayan, pero al no encontrarla en la casa, decidieron que se lo llevarían a él.Darwin y Tatiana se sorprendieron al saber que la familia había pagado $80 millones, lo que llevó al Gaula a sospechar que Sebastián también los había engañado, quedándose con el dinero.La traición más dolorosa: la de su propio hermanoLa investigación del Gaula incluyó la interceptación del teléfono de Sebastián, confirmando su participación junto a Fanor Ancizar Guerrero, exintegrante de las Autodefensas, y Mayerly Bonilla, pareja de Sebastián.Sebastián no solo planeó el secuestro de su hermano, sino que se apropió del dinero del rescate, engañando a su familia y a sus cómplices en el secuestro. El 29 de junio, Sebastián, Fanor y Mayerly fueron capturados.Desde la cárcel de Cómbita, Sebastián admitió ser cómplice y dijo estar arrepentido. Culpó a Fanor de haberlo incentivado y afirmó que actuó por “ambición”, negando haber planeado la tortura o quedarse con el dinero.Un proceso judicial aún sin condenasA pesar de la gravedad del caso, el proceso judicial contra los implicados se ha extendido sin que se hayan emitido condenas definitivas. Los cinco capturados enfrentan cargos por secuestro extorsivo agravado y utilización ilícita de redes de comunicación.Brayan, por su parte, ha mostrado una valentía admirable. A pesar del trauma que vivió, ha manifestado su deseo de convertirse en profesor y contribuir positivamente a la sociedad.Hoy, Brayan Martínez espera justicia en un caso que no solo reveló la crueldad de un secuestro, sino también la traición más dolorosa: la de un hermano que lo entregó por dinero.
Expediente Final cumple 5 años liderado la franja de los domingos en la tarde con la cronología de la muerte de personajes célebres de la historia de Colombia y de Latinoamérica, y en el especial de conmemoración revela detalles inéditos de algunas de las investigaciones de personajes que han muerto a manos de sicarios, víctimas de la delincuencia común, suicidios, accidentes, enfermedades inesperadas y hasta quienes han partido por amor.Expediente Final ha dejado una huella importante en la televisión de habla hispana al ser el primer programa periodístico investigativo de entretenimiento, un género nunca antes manejado en los medios de comunicación de Latinoamérica, siendo pionero en esta categoría periodística que no es más que una inmersión en la historia de lucha, éxito, dolor y muerte de importantes personajes.¿Cómo se eligió el primer personaje para Expediente Final: Martín Elías?“Cuando fue aprobado oficialmente el programa, llamé al cantante Rafael Santos y le pedí que me ayudara a contar la historia de Diomedes Díaz, su padre, y él se sorprendió y me dijo que eso era super complicado, que aún hoy había demasiados secretos de fondo, así que sugirió que, ante la premura de la grabación, era mucho más práctico investigar la historia de Martín Elías, su hermano, a quien vi convertirse en estrella, éramos amigos, cubrí su fallecimiento, conocí su historia muy de cerca. Quienes más lo amaron de inmediato aceptaron contar su historia”, revela Diva Jessurum, directora y presentadora de Expediente Final.“Martín Elías no quería tocar esa noche”: mánager del artista hace polémica confesiónEl asesinato de Diana TurbayUno de los programas más emotivos ha sido sobre el asesinato de Diana Turbay, por quien era, lo que representaba y la forma como murió. Expediente Final reunió a la mayoría de sus compañeros de cautiverio y, por supuesto, a su mamá, doña Nidia Quintero, así como a su hija, María Carolina Hoyos, y su hermana, María Victoria Turbay, quien por primera vez revivía el suceso.Luis Fernando Montoya, una de las historias más escalofriantesLuis Fernando Montoya, recordado como el Robert de Niro colombiano, después de conocer la fama y los excesos permaneció 4 años privado de la libertad en Estados Unidos por tráfico de estupefacientes. El Expediente Final sobre su muerte fue uno de los más estremecedores.Jorge Oñate se fue llorando: así fueron los últimos días de un gran defensor del vallenatoVea, entre otras, detalles de la muerte de personajes como Miguel Calero, Soraya, Mauricio Leal, Jimmy Salcedo, Celia Cruz y Freddy Rincón.
El dolor por el asesinato del futbolista Andrés Escobar es imborrable. Medellín no olvida aquel fatídico 2 de julio de 1994, el día en el que se cometió el atroz crimen que dividió en dos la historia del fútbol mundial.Familiares de Mafe Aguilar, del Desafío 2018, la buscaron en el mar hasta hallarla muertaEl homicidio de Andrés Escobar fue exactamente diez días después de un partido que trajo consecuencias fatales. La selección Colombia era una de las preferidas para ganar el Mundial de Fútbol de EE. UU., el planeta amaba a los futbolistas nacionales, pero la desilusión por la participación de ellos fue enorme."Andrés fue la gente y fue tan natural, fue tan sencillo, tan humilde, tan auténtico, que era un hombre que no tenía que fingir absolutamente en nada", comenta su hermano, Santiago Escobar.El futbolista estaba muy enamorado de su novia Pamela Cascardo y querían llegar al altar. “Habían comprado su apartamento, es más me había llevado a su apartamento feliz de que lo viera, de mostrarme el sitio donde iba a vivir, quería conformar su familia, soñaba con tener hijos, le encantaban los niños y él se moría con mis sobrinos”, agrega Santiago Escobar.Durante las eliminatorias para el Mundial del 94, Andrés Escobar estuvo alejado de las canchas, sin embargo, hizo de todo para recuperarse y llegar a la cita orbital, durante la cual hasta el técnico Francisco Maturana recibió amenazas de muerte.Así fueron los últimos días de la joven actriz Sandra Brand tras procedimientos estéticosEn el juego ante EE. UU., en el minuto 33, sucedió lo inesperado: un autogol de Colombia.Sus familiares y amigos cuentan en Expediente Final cómo vivió Andrés Escobar hablan también de por qué no era conveniente que Andrés Escobar se regresara a Colombia y mucho menos que saliera a sitios públicos. Sin embargo, él quiso dar la cara y en confusos hechos fue asesinado en un parqueadero en Medellín. De la voz del fiscal, se conocen los detalles de la captura del asesino de Andrés Escobar.
Juan David Aldana era modelo, actor y deportista y es recordado por su participación en realities como Reto cuatro elementos, de RCN, y Guerreros, del Canal 1. Murió en marzo de 2020 en las calles de Bogotá.El asesinato de Andrés Escobar dividió en dos la historia del fútbol mundial: detalles del casoEl hermano de Juan David Aldana está absolutamente convencido de que hay “algo oscuro” detrás de su muerte y pide a gritos ayuda para esclarecer este caso.“La verdad, referente a las grabaciones, lo único que nos han dicho es no se ve nada”, comentó Ricardo Aldana en Expediente Final. ¿De qué murió Jimmy Salcedo, considerado el rey de los musicales en Colombia?Juan David Aldana tenía dos grandes amores: su moto y su mamá, ella era su mejor amiga y la más grande razón de su existir. También lo apasionaba el ejercicio, la actuación y, para el momento de su muerte, su participación en el reality Guerreros.Entrando al deprimido, a la altura de la calle 100, pasó lo inesperado: su vida se acabó y el calvario de su familia comenzó.“Tal vez iba a una velocidad que podría ser prudente, pero los huecos que había eran tan impresionantes que pueden hacer accidentar hasta el más experto de los motociclistas”, José Rivera, manager de Juan David Aldana.La muerte de Juan David Aldana generó una serie de dolorosas hipótesis. Hablan de un carro implicado y del terrible estado de la vía.
El cantautor vallenato Jesús Manuel Estrada vivió con el dolor eterno de haber sido abandonado por su mamá, a quien conoció cuando tenía 32 años. El artista es recordado, entre otras, por hacer parte de la agrupación Los Diablitos e inmortalizar la popular canción Los caminos de la vida.El asesinato de Andrés Escobar dividió en dos la historia del fútbol mundial: detalles del casoJesús Manuel Estrada llegó como reemplazo de Miguel Morales al grupo Los Diablitos, en donde su voz brilló y se inmortalizó en otros temas como Ya tengo quien me quiera, Mi novia mujer y Directo al corazón. Años después se separó de la agrupación para construir su propio proyecto musical, pero no consiguió el mismo éxito. La muerte de Jesús Manuel Estrada se une a una larga y lamentable lista de artistas vallenatos que han muerto en medio de las carreteras del país. En su caso, la peligrosa mezcla del alcohol con la gasolina acabó con su vida el 12 de noviembre de 2003. Directo al corazón fue su primer éxito nacional e internacional. "Yo creo que ese fue el vallenato número uno de ese año, es que había que vivirlo en las casetas y eventos, cómo la gente cantaba y disfrutaba esa canción", señaló el periodista musical, Emiro Ochoa.El talento, carisma y humildad de Jesús Manuel Estrada lo llevaron a ser fichado para ser la nueva voz de Los Diablitos, grupo con el que alcanzó gran reconocimiento, pero que abandonó en 1994 para emprender su proyecto personal, la agrupación Sagitario con la que su más grande canción fue Mágico. Así fueron los últimos días de la joven actriz Sandra Brand tras procedimientos estéticosAunque no logró el mismo reconocimiento, su agrupación Sagitario sí fue contactada para muchos conciertos y presentaciones en las que su voz seguía siendo aplaudida por el público. El 11 de noviembre de 2003, Jesús Manuel y su grupo tuvieron una exitosa presentación en el departamento del Cesar, un concierto gratuito para la recién electa alcaldesa del municipio La Gloria, sin imaginar que esa sería su última vez sobre un escenario.Subió a la tarima a las 7:00 p. m. como la gran estrella de la noche y todos notaban en él un brillo inusual. "Él toma el micrófono y le dice al público: 'Quiero verlos más cerca, aprovéchenme que voy a cantar mis últimas tres canciones'. Eso nos sorprendía porque nunca lo habíamos escuchado hablar así", recuerda el acordeonero Víctor Rey Reyes. Luego de la presentación, para celebrar el éxito que como agrupación tuvieron sobre el escenario y que aseguraban sería la apertura de una nueva era para su grupo se reunieron para celebrar, bebiendo y mientras emprendían un recorrido mortal por las carreteras.Paso a paso del accidente que acabó con la vida del cantante Martín ElíasEl acordeonero también recuerda que, en medio de los tragos, "empezó una pelea en la camioneta, él quería que yo me fuera con ellos. Me subió tres veces a la camioneta y tres veces me bajé por la otra puerta, porque yo les puse la condición, en vista del estado de embriaguez de ellos yo me arrepentía de irme con ellos". Jarvi León González y Lázaro González acompañaban a Jesús Manuel Estrada en el vehículo.Ante la negativa del acordeonero, Estrada y sus dos acompañantes salieron a las 4:00 de la mañana por carretera con la intención de llegar a Medellín, donde el cantante debía firmar las escrituras de un nuevo apartamento en el que viviría con su familia. Cuando el sol salía en la carretera, la vida de los tres hombres se apagaba; la camioneta que iba a alta velocidad se estrelló contra una tractomula al invadir el carril contrario. El impacto fue fatal para los tres, ninguno sobrevivió a este terrible accidente. Jesús Manuel Estrada, según el informe de los médicos, murió minutos después del choque por cuenta de un paro cardiorrespiratorio que sufrió tras el incidente.
En abril de 2013, el mundo de la televisión colombiana lamentó profundamente la muerte de la actriz caleña Sandra Brand, a quien la obsesión por mejorar su aspecto físico la llevó a realizarse procedimientos estéticos que finalmente le quitaron la vida. ¿De qué murió Jimmy Salcedo, considerado el rey de los musicales en Colombia?Participó en programas como Tú voz estéreo y su gran sueño era hacer sentir orgullosos a sus tres hijos por su carrera actoral. Aunque lograba avanzar su carrera, Sandra Brand pensaba que empezaría a tener más trabajo si mejoraba su cuerpo, lo que la llevó a buscar la ayuda del bisturí. En búsqueda de su gran sueño, la caleña abandonó su ciudad natal y llegó a Bogotá para iniciar su carrera como modelo, mientras también estudiaba actuación. En 2004, se realizó su primera cirugía, en ese momento fue un aumento de busto.Andrés Escobar: así fueron los últimos días de vida del futbolista"Sandra hacía sus personajes muy naturales y eso vende mucho. Desafortunadamente, aquí en Colombia tenemos la proyección de que las actrices tienen que ser muy bonitas, voluptuosas y eso siempre ocasiona problemas en las mujeres que intentan llegar a la actuación", reconoció el actor y amigo de Sandra Brand, Ángel Mauricio Romero. Esos estereotipos afectaron especialmente a Sandra Brand, tema que se sumó a las preocupaciones por el dinero para sacar a delante a sus hijos y algunas decepciones amorosas. Sus colegas recuerdan que, en aras de buscar más oportunidades como protagonista de un proyecto, ella creía que lo que necesitaba era un levantamiento de glúteos.Paso a paso del accidente que acabó con la vida del cantante Martín Elías“Una amiga le había dicho: ‘Oye, hay una señora que está aplicando unas inyecciones que están levantando la cola espectacular’. Ella era demasiado inocente”, detalló su mánager Jose Rivera. Efectivamente, la joven se sometió al procedimiento en una casa en el sur de Bogotá por 650.000 pesos colombianos, algo que alertó a sus amigos cuando se enteraron.Tras el procedimiento, empezó a presentar problemas de salud entre los que se incluía un fuerte dolor que le impedía caminar, sudoración excesiva y dificultades para respirar. Aunque luchó por su vida, Sandra Brand murió en los primeros días de abril de 2013 por "embolismo de silicona" en el Hospital Simón Bolívar, dejando a sus tres hijos de 6, 11 y 13 años en ese entonces.Aunque la actriz de 30 años pensó que le habían inyectado ácido hialurónico, en realidad era silicona, una sustancia prohibida por la FDA desde 1967. Años después, la familia de Sandra Brand sigue llevando a cabo diferentes acciones exigiendo justicia, ya que aún no hay responsables por su muerte.
En su momento, el doble asesinato de Mauricio Leal y su madre Marleny Hernández fue el tema judicial más sonado en Colombia. Los misterios y las mentiras detrás de la aterradora muerte del estilista de las celebridades nacionales fueron revelados a través de Expediente Final con exclusivas entrevistas con sus seres queridos e, incluso, con el hombre que tiempo después fue señalado por ser el responsable de estas muertes: su hermano Yhonier Leal. Aparentemente, Mauricio Leal tenía muchos motivos para ser feliz. A mediados del año 2021, el estilista estaba lleno de planes y su más grande proyecto era ampliar la sede de su exclusiva peluquería en Bogotá y fusionarla con un bar restaurante que esperaba abrir en febrero del 2022 en Cajicá. También quería darle vida a su proyecto musical, para el que ya había grabado su primer videoclip llamado Me verás volar y se preparaba para recibir a un grupo de modelos de la marca Victoria's Secret en su peluquería y comprar un apartamento en Cartagena para radicarse allí. Todo estaba perfectamente organizado hasta ese fatídico 22 de noviembre de 2021 en el que su cuerpo y el de su madre fueron hallados sin vida en su casa en La Calera, en medio de una trágica escena que se convirtió en centro de investigación para una horrible noticia que conmocionó a todo el país.Yhonier y su hermano menor Mauricio se llevaban 20 meses de diferencia, según Yhonier eran inseparables, prácticamente los mejores amigos. "Mauricio y yo trabajamos, yo tenía nueve años o diez y empezamos a trabajar desde esa época. Cuando Mauricio empezó, no podía pagar ni una recepcionista, mamá era la que le manejaba las finanzas, mamá le manejaba la recepción, mamá le manejaba todo".Poco a poco, la magia de sus manos fue adquiriendo fama gracias al voz a voz, Mauricio fue atrayendo a las que serían, con los años, las grandes modelos y presentadoras de la televisión colombiana. A futuro, las grandes famosas de la televisión y marcas de moda buscaban que fuera Mauricio Leal el que las maquillara y arreglara.Faltando poco para su cumpleaños número 47, el 24 de noviembre, Mauricio Leal como todos los fines de semana trabajó el sábado y el domingo planeaba descansar. "Los domingos dormíamos mucho, le hicimos el desayuno a mamá y luego yo le digo 'ya es mediodía ¿qué quieren comer?'. Compro la comida en Bogotá, a las 2:00 pasadas de la tarde nos vemos una película, todo el día la pasamos viendo películas, ellos se quedan dormidos y luego yo bajo a Bogotá a una reunión que me invitaron. Regreso tarde en la noche y nos damos las buenas noches con ellos, desde los cuartos, no nos vimos". Al día siguiente, 22 de noviembre, Mauricio Leal tiene importantes reuniones en su peluquería en Bogotá, pero todo su equipo estaba preocupado porque el estilista no aparecía. Tras algunas horas desaparecido, pero respondiendo misteriosamente los chats de algunos amigos, fue hallado sin vida en su casa junto a su madre. "Eso fue algo muy duro, entrar a ese cuarto, porque primero entra mi chofer, el chofer de mi hermano perdón, y luego entro yo y vemos ese cuadro, todo nos empezó a temblar y nos quebramos, llamamos a la policía porque no lo podíamos creer", reveló Yhonier Leal a Expediente Final.Javier Ruíz, conductor y mano derecha de Mauricio Leal, recibió esa mañana un mensaje del estilista pidiéndole que no llevara a la empleada porque quería dormir, un mensaje que causó extrañeza en el círculo cercano del famoso porque ese día tenía reuniones importantes en su peluquería y no era usual que no se presentara a estos eventos."Ese día yo no me vi con ellos, yo salgo a trabajar a las 11 de la mañana, aproximadamente, no me veo con ellos porque duermen todavía", recordó Yhonier, quien regresó en la tarde con el chofer de Mauricio Leal a la casa, preocupados porque el famoso no respondía llamadas ni mensajes. Aunque en principio se rumoró que había sido un suicidio por parte de Mauricio Leal y su madre, con las heridas en sus cuerpos las autoridades concluyeron que se trataba de un doble homicidio. "En la inspección se encuentra un cuchillo con mango de color café incrustado en el abdomen del occiso con las manos de este alrededor del mismo, manchas de sangre en sábanas y ropa de cama", se lee en el informe de Medicina Legal en el que se evidencia que en el cuerpo de Mauricio se encontraron cuatro heridas con arma corto punzante, especialmente en el abdomen, así como varios golpes en otras extremidades."Si lloro malo, si estoy serio ¿por qué?, si me rio también, cuando la gente te está señalando todo es malo", señaló Yhonier Leal en esta entrevista, pero en enero de 2022 fue enviado a prisión tras confesar el doble asesinato. Luego, el abril del mismo año aseguró que era inocente y que había confesado "bajo presión".
El equipo de producción periodística de Expediente Final reconoce, al cumplirse 5 años al aire, que el episodio sobre el asesinato de la periodista Diana Turbay ha sido uno de los más emotivos, por quien era, lo que representaba y la forma como murió.A Martín Elías solo “un milagro lo hubiese salvado”: detalles de investigación de Expediente FinalEn este capítulo hablaron los compañeros de cautiverio de Diana Turbay y, por supuesto, su mamá, doña Nidia Quintero, su hija, María Carolina Hoyos, y su hermana, María Victoria Turbay, quien por primera vez revivía el suceso.“Si hay algo duro para un periodista es entrevistar a un exsecuestrado y nosotros tuvimos a cuatro: Juan Vitta, Azucena Liévano, Orlando Acevedo y Richard Becerra, todos con compañeros de cautiverio de Diana Turbay. Eso nos recordó que Expediente Final estaba haciendo prácticamente un registro de lo que hacía García Márquez en su libro Noticia de un Secuestro, pero lo más impactante también fue el testimonio de Carolina, la hija de Diana, quien tuvo que descubrir el cuerpo en un anfiteatro, los pies fueron la clave, allí hubo un código de amor, según ella. Eso y el perdón y olvido que ella le ofreció a John Jairo Velázquez Vázquez, alias Popeye”, relata Fernando Chacón, productor periodístico.Así fueron los últimos días de la joven actriz Sandra Brand tras procedimientos estéticosLa hija de Diana Turbay, María Carolina Hoyos, contó en Expediente Final que en el anfiteatro “fui a verle los pies, y los pies por debajo están absolutamente lacerados y cortados. Esa fue la última vez que vi los pies, un código que fue un código de amor durante todos los años que vivimos juntas”.Por su parte, María Carolina Hoyos, hermana de la periodista asesinada, confesó que, probablemente, su padre Julio César Turbay “nunca se repuso y mi madre (Nidia Quintero) tampoco".El camarógrafo Richard Becerra, quien estuvo secuestrado, leyó la última carta que Diana Turbay les escribió: “Muchachos, creo que gracias a Dios esto ya se acabó, el turno parece que les toca a ustedes, lo cual me alegra mucho. Sigo esperando para reunirme pronto con ustedes, les mando un abrazo grande y no se olviden de mí”.¿Cómo murió la periodista Diana Turbay?Diana Turbay, reconocida periodista colombiana, murió el 25 de enero de 1991, durante un supuesto operativo de rescate fallido. Había sido secuestrada, junto a otros colegas, por 'Los Extraditables', bajo el mando del capo Pablo Escobar, el 30 de agosto de 1990.
Jorge Oñate, también conocido como 'El jilguero de América', siempre fue un promotor y defensor de la música vallenata, marcando la historia del género con sus canciones. A sus 70 años, el artista vallenato fue una de las víctimas mortales que dejó la pandemia por el covid-19.Aunque el género vallenato ha tenido a lo largo de su historia grandes exponentes, han sido tres los juglares que nacieron para darle un giro a esta música: Diomedes Díaz, Jorge Oñate y Poncho Zuleta, este último es el único que queda con vida. Aunque eran amigos y compadres, también fueron grandes rivales en los escenarios. En 1968, la voz de Jorge Oñate ya atrapaba a los seguidores del vallenato en el Caribe colombiano, pero en ese momento esta música llena de sabor y alegría, era principalmente escuchada por las clases populares y no se consideraba apropiada para sitios más exclusivos. Sin embargo, la grandeza de su voz y talento para componer canciones empezó a abrirle espacios antes no imaginados. Su talento gozó de gran reconocimiento en Colombia y en el exterior. Jorge Oñate obtuvo 25 discos de oro, 7 de platino y 6 de doble platino, recibió un premio Grammy latino a la excelencia musical y hasta 5 Congos de oro. Tenía un estilo único, una gran presencia escénica y una impresionante potencia en su voz.El concierto más importante que realizó en sus últimos años fue el que protagonizó en el Movistar Arena de Bogotá, acompañado por la sinfónica vallenata, eso fue el 7 de marzo de 2020, cuando el nombre del covi-19 empezaba a ser noticia en todo el mundo. En ese evento, llamado Sinfonía de Reyes Vallenatos, pues también estaban en el escenario Poncho Zuleta, Iván Villazón y Alfredo Gutiérrez, Jorge Oñate sufrió una descompensación al interpretar la canción Nunca comprendí tu amor, lo que lo llevó directamente al médico, donde estuvo internado 15 días.En medio del confinamiento, 'El jilguero de América' se cuidó mucho de la enfermedad, manteniéndose alejado y con tapabocas, pero para darle un alivio a sus seguidores realizó algunos conciertos virtuales. "Él hacía todo virtual porque decía: 'a mí no me va a fregar el muñequito ese que anda jodiendo la vida'. Los amigos iban a la casa y los atendía desde el balcón", recordó Mario Puerta, mánager del cantante."Le tenía miedo salir, un miedo y un pánico al covid porque él sabía que era una realidad. Lastimosamente ya en la parte final de pronto hizo algunas salidas y como ese covid era una cuestión inesperada, uno no sabía dónde podía estar", señaló su hijo José Jorge Oñate.El 18 de enero de 2021, Jorge Oñate le manifestó a su familia que tenía un fuerte dolor abdominal e incluso tenía fiebre. De inmediato lo llevaron al médico y lo hospitalizaron de urgencias. Aunque dos primeras pruebas salieron negativas, el 21 de enero del año 2021 determinaron que sí estaba contagiado.Desde ese momento, la salud del cantante empeoró afectando incluso su capacidad respiratoria y el 22 de enero fue intubado. Por fortuna, el 11 de febrero se anunció que había superado el covid-19, pero tenía órganos como el hígado y los riñones comprometidos por las secuelas. Luchó 41 días contra la enfermedad hasta que llegó el día menos querido por su familia y fanáticos, falleció el 28 de febrero de 2021 dejando un gran dolor.
Expediente Final, el programa de Caracol Televisión que cada domingo en la tarde detalla cómo fueron los últimos momentos de vida de grandes personajes de la televisión, política, deporte y música. Diva Jessurum, directora y presentadora de este espacio, revela su top 5 de los capítulos más retadores. "Gracias por hacer que seamos el programa favorito de ustedes en la tarde de los domingos", expresó la periodista antes de revelar detalles desconocidos detrás de esos programas que se quedaron en la mente de miles de televidentes por sus protagonistas y por sus historias. Martín ElíasLa muerte de Martín Elías fue el primer programa, y episodio piloto, de Expediente Final, el que determinaría el éxito del programa que pretendía llevar a los televidentes un recuento de las muertes de los personajes más queridos. Aunque en un principio Diva Jessurum quería que el primer episodio fuera sobre Diomedes Díaz, reconoció que en su carrera fue más cercana a la vida del hijo del cantante que falleció trágicamente."Es difícil para uno como periodista hablar de los amigos de uno, yo era amiga de Martín. Vi crecer su carrera, cubrí su muerte y estuve al lado de su familia. Fue muy duro para mí eso", reconoció al presentadora. Diana TurbayPara la periodista Diva Jessurum también fue difícil realizar el programa sobre el asesinato de su colega Diana Turbay, quien murió el 25 de enero de 1991, luego de haber pasado unos meses secuestrada por el grupo criminal de Los Extraditables, liderado por Pablo Escobar."El de Diana Turbay, una mujer maravillosa, trabajadora, una guerrera, una luchadora que dejó unos niños huérfanos. Es un programa que yo escribí llorando, porque me dolió mucho", reconoció conmovida Diva Jessurum. Jorge Oñate"Por lo general, el 70% de los artistas o de las grandes figuras que han pasado por Expediente Final yo los he conocido, entonces cada uno tiene algo especial. Por ejemplo, la muerte de Jorge Oñate me dolió mucho", reconoció Jessurum.Jorge Oñate, también conocido como 'El jilguero de América', siempre fue un promotor y defensor de la música vallenata, marcando la historia del género con sus canciones. A sus 70 años, el artista vallenato fue una de las víctimas mortales que dejó la pandemia por del COVID-19.Mauricio LealEl doble asesinato de Mauricio Leal y su madre Marleny Hernández conmocionó a todo el país y en Expediente Final tuvo varias particularidades. Por primera vez, el programa actuaba junto a otros periodistas cuando la investigación del caso avanzaba. "Nos tocó luchar por conseguir exclusivas y lo hicimos con tanta información que ha sido el único que tuvo dos capítulos", señaló Jessurum quien, además, para estos programas consiguió en exclusiva una entrevista con Yhonier Leal, señalado del doble crimen. "Fue muy retador entrevistar a su hermano. Es esa famosa entrevista con la chaqueta blanca, todo el mundo me robó esa entrevista pero es mía". Darío GómezEn el top de los personajes que, según Diva Jessurum, han marcado el programa y están más "latentes en mi corazón", también entra el rey del despecho Darío Gómez. "Él era un personaje que tenía un nivel de exigencia muy alto. No podíamos equivocarnos en nada porque teníamos a 350 mil personas que podían desmentir algo de lo que dijéramos, porque era un personaje reciente que forma parte del corazón de Colombia", concluyó la directora de Expediente Final.
Hace 5 años, el primer capítulo de Expediente Final contó los detalles del trágico accidente de tránsito en el que murió el recordado cantante vallenato Martín Elías. Aunque para el lanzamiento de este programa de entretenimiento investigativo estaba pensado hablar de Diomedes Díaz, finalmente se decidieron por la historia de otro de sus hijos.¿Cómo murió Jesús Manuel Estrada, quien inmortalizó la popular canción 'Los caminos de la vida'?“Cuando fue aprobado oficialmente el programa, llamé al cantante Rafael Santos y le pedí que me ayudara a contar la historia de Diomedes Díaz, su padre, y él se sorprendió y me dijo que eso era super complicado, que aún hoy había demasiados secretos de fondo, así que sugirió que, ante la premura de la grabación, era mucho más práctico investigar la historia de Martín Elías, su hermano, a quien vi convertirse en estrella, éramos amigos, cubrí su fallecimiento, conocí su historia muy de cerca. Quienes más lo amaron de inmediato aceptaron contar su historia”, revela Diva Jessurum, directora y presentadora de Expediente Final.En este capítulo, Expediente Final reconstruyó, paso a paso, el accidente en el que murió el artista vallenato. Familiares y amigos de Martín Elías hablaron hasta de predicciones que él tenía.“Nosotros hacemos todo el recorrido de los últimos momentos de vida de Martín, desde su último concierto hasta donde se accidenta, y también vamos a un sitio, que yo creo que nos marcó a todos los de la producción ese día: el centro a donde lo llevaron para que recibiera los primeros auxilios, era un sitio que no tenía absolutamente nada, era deprimente ver el lugar porque no tenían cómo realmente atender a una persona, entonces prácticamente nosotros pensamos en ese momento que un milagro era lo único que hubiese salvado a Martín”, revela John López, jefe de producción de Expediente Final.Otro de los integrantes del equipo de trabajo de este programa, el periodista Nicolás Suárez, reconoció que “ese fue uno de los programas que más nos costó trabajo, bastantes horas de trabajo”, entre otras, porque “había muchas versiones y había mucha información sobre lo que había sucedido con Martín, sin embargo, nosotros logramos aclarar varias cosas gracias al informe a la investigación propiamente de tránsito”.Además reveló que, aunque Expediente Final conoció de primera mano las fotos “de cómo había quedado Martín”, en un debate editorial se optó por no revelarlas “obviamente intentando no incomodar a la familia, porque las fotos y el estado en el que quedó eran realmente lamentables”.“La idea era como que el país también quedara con ese buen recuerdo de Martín, un tipo alegre, un tipo talentoso”, recalca Suárez.Las muertes de Martín Elías y Diomedes DíazEl cantante vallenato Martín Elías Díaz Acosta murió, a los 26 años, el 14 de abril de 2017, un Viernes Santo, en un accidente de tránsito en la vía San Onofre (Sucre)- Lórica (Córdoba). Era hijo de recordado cantautor Diomedes Díaz Maestre, quien había fallecido 4 años antes, el 22 de diciembre de 2013, en Valledupar. El Cacique de La Junta tenía entonces 56 años.
Tras terminar un concierto en Coveñas, Martín Elías y su equipo emprendieron su viaje de vuelta a sus respectivos destinos en cuatro vehículos diferentes. El cantante vallenato iba hacia Cartagena por la carretera de Lorica a San Onofre, pero en el sector de Aguas Negras el conductor de su vehículo perdió el control y ocurrió el fatídico accidente.Familiares de Mafe Aguilar, del Desafío 2018, la buscaron en el mar hasta hallarla muertaEn el informe técnico-científico señala que la camioneta en la que viajaba el artista superaba la velocidad permitida en aquella vía.Rolando Ochoa y varios testigos del accidente llegaron rápidamente a auxiliar al cantante Martín Elías. Justamente fue el acordeonero quien lo llevó al hospital en San Onofre, donde le prestaron los primeros auxilios para intentar salvarle la vida. Sin embargo, el centro médico no tenía las mejores condiciones para atender una urgencia de tal magnitud, por lo que fue trasladado a Sincelejo. Raquel Ércole falleció en su hogar tras un entrañable viaje con su hija PatriciaInicialmente, Martín Elías presentó un trauma craneoencefálico y un trauma cerrado de tórax. Después, los médicos descubrieron que el cantante tenía varias costillas y el esternón fracturados. El artista sufrió varios paros respiratorios y fue trasladado a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció.“Martín Elías no quería tocar esa noche”Martín Elías se encontraba en Cartagena disfrutando de la compañía de su familia un día antes de su muerte, como lo demuestran las últimas publicaciones que hizo en sus redes sociales.Según Juank Vega, manager de Martín Elías, el artista no quería tocar esa noche en Coveñas, pues no le gustaba trabajar los días santos. "Es que, de por sí, a Martín no le gustaba trabajar los días santos, entonces tiramos a que le salen los bailes esos del miércoles, jueves y viernes y él dijo ‘ah, vamos a cogerlos’. Pero el día del baile ya él estaba inquieto y no quería, él no quería”, señaló Rolando Ochoa. A esta revelación, se suman las palabras de Juan Manuel Cuello, timbalero de la agrupación y amigo personal del cantante, quien afirma que la noche anterior a su muerte, el artista “estaba raro, la sonrisa era muy rara, la forma en que actuaba era muy rara, pienso que él presentía algo”.