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La búsqueda de Zulma Guzmán Castro, de 54 años, terminó con un giro inesperado en la capital del Reino Unido el pasado 16 de diciembre. Agentes de la Policía de Londres la rescataron de las aguas del río Támesis, cerca del puente Battersea, luego de que se reportara a una mujer en problemas. La mujer, quien tiene una circular roja de Interpol, había llegado a suelo británico el 11 de noviembre después de pasar por Brasil y España. Actualmente, mientras se recupera, está bajo vigilancia médica y policial, su proceso avanza en el Tribunal de Magistrados de Westminster, donde se decidirá su envío de vuelta a Colombia.
Antes de ser ubicada, la mujer intentó defenderse desde la clandestinidad en una entrevista virtual con el medio Focus Noticias, asegurando que no tenía nada que ver con lo ocurrido. Allí dijo: “Soy madre y eso debe ser un dolor insoportable. Entiendo que por eso quieran encontrar al culpable y utilicen todos los medios posibles para hacerlo, pero yo no soy ese culpable”. Sin embargo, un detalle muy simple la terminó delatando: la botella de agua que estaba tomando. Dicha marca de agua mineral solo se vende en tiendas locales del Reino Unido.
Cuando Zulma Guzmán regrese al país, tendría que responder por dos cargos de homicidio agravado, debido a la muerte de dos niñas de 13 y 14 años en abril de 2025. Pero la lista no termina ahí; también le sumarían dos cargos por tentativa de homicidio agravado, por otra menor que sobrevivió y el hermano de una de las víctimas, quien por suerte ya está fuera de peligro tras meses en el hospital.
Las leyes en Colombia son muy estrictas cuando las víctimas son niños o adolescentes. En este caso, por tratarse de delitos contra menores, Guzmán no podrá acceder a ningún tipo de rebaja o beneficio. Esto significa que no habrá preacuerdos ni negociaciones para bajar la pena. Teniendo en cuenta esto, la condena podría llegar hasta los 60 años de cárcel.
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El crimen ocurrió primera semana de abril de 2025, en el barrio Rosales, al norte de Bogotá. Un mensajero entregó un paquete que supuestamente era un regalo: frambuesas bañadas en chocolate. Lo que nadie sabía era que las frutas estaban cargadas con talio, un metal que los científicos llaman "el veneno de los venenos" porque no tiene olor, ni sabor, ni color, lo que lo hace casi imposible de detectar al comer.
El doctor Camilo Uribe, quien viene de una familia que lleva cuatro generaciones estudiando venenos, explicó en Los Informantes lo peligroso que es este metal: “Todo es tóxico y nada es tóxico todo depende de la dosis de la concentración y de la vía de administración el talio es muy liposoluble eso quiere decir que es muy afín por el tejido graso”. Una vez que entra al cuerpo, empieza a dañar los nervios y órganos. En las niñas que murieron, los niveles eran tan altos que las máquinas de los laboratorios no podían ni medirlos. El doctor Uribe mencionó que “estamos hablando de niveles por encima de 3.000, es decir, son concentraciones letales”, añadió.
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Fabio Humar, el abogado de una de las familias afectadas ha sido muy claro al decir que Zulma Guzmán tuvo una relación extramatrimonial con el padre de una de las niñas fallecidas. Humar afirmó: “Aquí hay una persona que envió un paquete de frambuesas envenenadas a una familia y todo parece indicar que se trata de un crimen pasional”, señaló.
Años atrás, en 2020, a la esposa del hombre que tuvo la relación extramatrimonial con Zulma y madre de una de las niñas fallecidas, se le caía el pelo y le dolían muchísimo las piernas. El médico Julio Portocarrero, quien la atendió en ese entonces, sospechó de inmediato: “Mire si esto no es una intoxicación por talio yo no sé qué será”. Aunque la mujer mejoró un poco con tratamiento, murió en 2021 en Europa porque se le reactivó un cáncer. El doctor Portocarrero explicó que el veneno pudo ayudar a que eso pasara: “Lo que sí es posible es que cuando la persona tiene un cáncer y tiene un estrés de esa magnitud como es una intoxicación por talio, ese estrés reduce significativamente la capacidad del sistema inmunológico y facilita la reactivación de un tumor”, contó.
Con Zulma Guzmán aún bajo supervisión en Londres, la justicia colombiana sigue a la espera de definir su futuro.
*Este texto fue realizado con colaboración de un asistente de IA y editado por un periodista que utilizó las fuentes idóneas y verificó en su totalidad los datos. Cuenta con información y reportería propia de Los Informantes.