El 7 de agosto de 2009 fue hallado, en avanzado estado de descomposición, el cuerpo de Angie Tatiana Cuervo, una joven de 17 años, en un río cercano a Ibagué, Tolima. La causa de muerte fue un trauma causado por un objeto contundente. El Rastro investigó quién estaría detrás del asesinato de la adolescente.Angie Tatiana creció junto a su medio hermano, John Andrés Cuervo. Ambos eran hijos de Julio Hermes Cuervo, un hombre trabajador y reconocido en el municipio de Venadillo. No obstante, John se fue a vivir con su madre biológica a los 12 años.La familia aseguraba que la relación entre los medios hermanos siempre fue buena; nunca se les oyó pelear ni tener discusiones fuertes. En 2006, tras pasar un par de años alejado, John decidió regresar a vivir con su padre y sus medias hermanas, motivado por su deseo de convertirse en policía.Al tiempo que la carrera de Jhon Andrés iba en ascenso, la relación con su familia, y en especial con su hermana Angie Tatiana, se fue fortaleciendo. No obstante, en las últimas visitas, Dayanna, la hermana menor de Tatiana, descubrió que algo extraño ocurría con sus hermanos.“Él se quedó en la misma habitación, él en una cama y yo en otra con mi hermana. Esa noche sentí a otra persona ahí. Mi hermana cogió a Jhon y lo empujó y le dijo que no la molestara, que se fuera para su cama”, contó Dayanna a El Rastro.Familia guardaba un secretoUn tío de la familia también notó actitudes extrañas entre los dos jóvenes. Sin embargo, los rumores sobre un posible noviazgo cesaron en 2008, cuando Angie Tatiana inició una relación sentimental con Otoniel Hernández, de quien quedó embarazada pocos meses después.Angie Tatiana le confesó a su madre que el hijo que esperaba no era de Otoniel, sino de su medio hermano John, algo que él siempre negó. “Eran hermanos, cómo se iba él a meter con su hermana. Les dije ‘miren necesito que solucionen este problema, me hice afuera esperando que ellos hablaran, no los oí gritar, tampoco alterarse”, mencionó Julio Hermes Cuervo, padre de los jóvenes.Al sentir que nadie le creía, Angie decidió hacerse una prueba de ADN tras el nacimiento de su bebé. El 4 de agosto de 2009, Angie se dirigió a una cita con John Andrés supuestamente para discutir una prueba de paternidad.Ese día, Angie y su bebé de 11 meses fueron vistos por última vez en un parque del barrio El Salado, en Ibagué.Tras tres días de búsqueda, campesinos alertaron a las autoridades sobre un cuerpo que era arrastrado por una quebrada. Al llegar al lugar, los agentes confirmaron que se trataba de Angie Tatiana. Desde entonces, el principal sospechoso fue su medio hermano, Jhon Andrés.Pruebas contundentesMedicina Legal determinó que la causa de muerte fue asfixia por sumersión y que el cuerpo presentaba múltiples golpes en el rostro y el abdomen. Meses después, la familia de Angie Tatiana entregó a las autoridades una muestra de ADN extraída del cordón umbilical del bebé que tenían guardado. El resultado fue contundente: 99,99% de compatibilidad con Jhon.Por estos hechos, a Jhon Andrés le imputaron los delitos de desaparición forzada agravada en conjunto heterogéneo con las conductas de homicidio agravado e incesto.“Hay un margen de error, nada es exacto. Esos peritos no tuvieron en cuenta o no se les informó que yo era el tío de la bebé, que Angie Tatiana era mi hermana. Si lo hubieran tomado en cuenta, sabrían que somos familia, y que por familia compartíamos genes”, dijo Jhon Andrés, desde prisión.“En ningún momento pensé matar a mi hermana ni lo hice. Nunca hubo algo que ameritara eso y aunque lo hubiera, era algo imposible de creer de matar a una hermana, por muy mala relación que haya”, comentó el señalado, quien alegó su inocencia.El acusado no aceptó los cargos, pero fue condenado a 50 años de prisión debido a las pruebas contundentes en su contra. Cuando El Rastro conoció el caso, el paradero de la bebé aún era un misterio.
Gladys y Nelson González emigraron a EE. UU. hace 35 años cruzando la frontera por Tijuana en busca del sueño americano. Lograron establecerse, trabajaron con esfuerzo, pagaron impuestos y formaron una familia. Sin embargo, nunca lograron regularizar su estatus migratorio. En Los Informantes relataron cómo fue su deportación y el profundo dolor de haber sido separados de sus hijas y de la vida que construyeron durante más de tres décadas.“Yo tenía en ese tiempo 18 años. Nelson tenía 22 años y estuvimos unos días en la Ciudad de México y después nosotros viajamos a Tijuana. O sea, nosotros cruzamos por Tijuana. En la frontera era que había un cambio de guardia a la media noche. Mientras salían los oficiales y entraban eran un lapso de que unos 15, 30 minutos y en ese momento era cuando la gente cruzaba. En ese tiempo no existía el muro”, reveló Gladys.Así llegaron ambos en 1989 a Estado Unidos, pasaron caminando por la playa de Tijuana, México, a San Diego, en California. Soñaban con alcanzar el anhelado sueño americano.“Trabajamos en muchas cosas, desde lavar platos, limpieza, pintar apartamentos, en una temporada de nuestra vida que tiramos 7 días a la semana periódico a partir de las 2 de la mañana hasta las 6 de la mañana. Ya nació a los 2 años nuestra primera hija”, contó Gladys.Se casaron, se convirtieron al cristianismo y, con mucho esfuerzo, lograron establecerse en Estados Unidos, pese a las barreras del idioma y las diferencias culturales. Llegaron con muchas ilusiones y metas, incluyendo la intención de legalizar su situación migratoria.En ese nuevo país nacieron sus tres hijas: Jessica de 33, Stephanie de 28 y Gabriela de 23, todas ciudadanas estadounidenses. Nelson obtuvo su permiso de trabajo, lo que le permitió sacar adelante a su familia.Complicaciones en su situación migratoriaEn 1994, su solicitud de asilo fue rechazada debido a inconsistencias en la fecha de ingreso al país presentadas ante la corte migratoria. A partir de entonces, comenzaron un largo proceso de apelaciones. Mientras esperaban una decisión definitiva, continuaron renovando su permiso de trabajo año tras año."Nos dio orden de deportación por eso. Entonces, desde ese tiempo nosotros empezamos a apelar nuestro caso. Hicimos de todo lo que fue posible, apelar al circuito, apelar a la Cámara”, dijo Gladys.Durante 13 años se reportaban regularmente ante inmigración. “Primero era cada 2 meses, cada 3 meses, cada 6 meses, después fue cada año”, contó Gladys. Aunque les renovaban los permisos, seguían siendo ilegales.“Siempre fuimos conscientes de que íbamos a salir. Lo único que nunca de la manera como nos sacaron, ese 21 de febrero fue drástico, fue cruel”, señaló Gladys.Así fue la deportaciónEl 21 de febrero de 2025 asistieron, como de costumbre, a su cita migratoria, sin imaginar que esta vez todo sería distinto. Fueron esposados y trasladados sin previo aviso, con apenas lo que llevaban puesto. Sus hijas permanecieron en Estados Unidos, junto a su nieto, a quien no podrán ver crecer.“Ese día sentí que dejaba mi familia atrás. Hasta ese momento estaba todo como perfecto, bonito, o sea, yo iba a trabajar, llegaba y disfrutaba de nuestros nietos porque yo podía hacer mi propio horario y sí, en ese momento cuando nos arrestaron, eso me dolió muchísimo de la manera como a mi esposa la esposaron. Yo solo le podía decir a ella perdóname”, relató Nelson.Pagaron más de seis abogados distintos durante estos años hasta que les llegó la mala hora. Las autoridades migratorias los separaron. Gladys y Nelson González pasaron a engrosar la lista de los colombianos ilegales detenidos para embarcarlos desde Estados Unidos de regreso a nuestro país. Para el primer trimestre del año iban 13 vuelos y 1359 connacionales deportados.La familia que había construido con tanto amor y esfuerzo se rompió en dos. El camino de vuelta a Colombia no fue nada fácil. Vivieron un proceso de detención doloroso: esposas, traslados nocturnos, revisiones corporales, y largas horas en centros de detención, separados y sin información clara.“Nos encierran en un cuarto y ya nos empapelaron. Ahí nos esposas en las manos, en el abdomen y en los pies. Yo llevaba medias cortas y les digo ‘Me está cortando’ y me dijeron ‘No hay afán’”, recordó Gladys.“Me sacaron de ese lugar a medianoche y me dijeron: ‘No tenemos por qué darle ninguna explicación’. Me trasladaron de Los Ángeles a San Diego. Ingresé al centro de detención a las tres de la mañana. Me tomaron fotos, huellas, todo el proceso de ingreso, como un preso. Me dieron uniforme. La primera semana fue muy dura, no paraba de llorar”, agregó.En una de las escalas, tuvo la fortuna de ver a sus hijas durante 45 minutos. Fue un encuentro breve, pero un bálsamo en medio del desconsuelo. “Luego de la visita, te sacan a un cuarto y básicamente te tienes que quitar toda la ropa. Te revisan por completo, yo no me esperaba eso”, dijo Gladys.Tras pasar por varios estados recogiendo otros inmigrantes que serían deportados, Gladys fue la primera en abordar el avión de regreso a Colombia y al rato vio a su esposo subirse. Van a regresar como salieron. “Para volver a empezar como extranjeros. Somos de aquí, pero Bogotá está grande, está cambiado totalmente”, afirmó Nelson.En medio de lágrimas, la pareja intenta vivir un día a la vez, aunque el dolor de estar lejos de sus hijas y de su nieto es una herida abierta que no deja de doler. La incertidumbre sobre el futuro y la sensación de haber sido arrancados de su vida en EE. UU. los acompaña cada día.Por otro lado, sus hijas solo sienten orgullo por el esfuerzo y sacrificio que hicieron sus padres para darles un mejor futuro. Según la política migratoria, una persona deportada no puede solicitar ningún tipo de visa durante 10 años. Aun así, los González están dispuestos a intentarlo todo nuevamente.
La deportación de la pareja colombiana Gladys y Nelson González después de 35 años en Estados Unidos marcó profundamente a sus tres hijas: Jessica, Stephanie y Gabriela. Los Informantes conoció el testimonio de las jóvenes que se quedaron en EE. UU., enfrentando la separación de sus padres y el impacto emocional de esta tragedia familiar, pues ellas son ciudadanas americanas y permanecerán en el país en el que nacieron. La noticia de la deportación de sus padres llegó de manera abrupta y devastadora para las hijas de Gladys y Nelson González. Jessica, la mayor, recuerda que pese a estar ilegales era un tema que no se tocaba en la familia: "Mis papás no hablaban de eso mucho porque no nos querían asustar".La familia había vivido en una especie de burbuja, tratando de mantener la normalidad a pesar de la incertidumbre legal que siempre los acompañó por más de tres décadas.El día de la deportación, Gabriela estaba en el trabajo cuando recibió un mensaje de su hermana Jessica: "Yo estaba en el trabajo y Jessica escribió que mis papás estaban detenidos. No les dijeron nada, solo les dieron una llamada". La noticia fue un golpe inesperado y doloroso, que dejó a las hermanas en un estado de shock y confusión.La lucha por mantener la unidad familiarA pesar de la distancia y la separación, las hijas de Gladys y Nelson han tratado de mantenerse unidas y fuertes. "Que se preocupen por ellos, que nosotros vamos a estar bien, que estén unidos y que se preocupen por ellos", contó Jessica. La familia ha intentado apoyarse mutuamente, aunque la ausencia de sus padres es una carga emocional difícil de sobrellevar.Las tres hermanas han tenido que adaptarse a una nueva realidad sin la presencia de sus padres. Jessica, Stephanie y Gabriela han encontrado consuelo en su fe y en la comunidad que las rodea. La iglesia, donde sus padres dedicaron tanto tiempo y esfuerzo, ha sido un pilar de apoyo durante este difícil proceso. "Necesitan sentirse orgullosos por el trabajo que ellos hicieron de mis hermanas y yo y pues también el trabajo que hicieron en la iglesia", afirmó una de las hijas.El orgullo por el esfuerzo de sus padresLas hijas de Gladys y Nelson sienten un profundo orgullo por el esfuerzo y sacrificio que sus padres hicieron durante sus años en Estados Unidos. La dedicación de sus padres a la familia y a la comunidad es un legado que ellas valoran y respetan.La historia de trabajo duro y perseverancia de Gladys y Nelson es una fuente de inspiración para sus hijas. Desde lavar platos y limpiar apartamentos hasta trabajar en exámenes médicos, sus padres hicieron todo lo posible para darles una vida mejor y cumplir el anhelado sueño americano."Trabajamos en muchas cosas, desde lavar platos, limpieza, pintar apartamentos, en una temporada de nuestra vida que tiramos 7 días a la semana periódicos a partir de las 2 de la mañana hasta las 6 de la mañana. Ya nació a los 2 años nuestra primera hija", afirmó Gladys.La incertidumbre del futuroLa deportación de sus padres ha dejado a las hijas González en una situación de incertidumbre. Aunque ellas pueden continuar con sus vidas en Estados Unidos, la separación de sus padres y la imposibilidad de reunirse con ellos en sueño estadounidense durante los próximos 10 años es una realidad difícil de aceptar."Ahorita viviendo un día a la vez, las hijas están allá, pero sabemos que tenemos un castigo de 10 años de no regresar al país, no podemos, pero vamos a intentar", afirmó Gladys.Sin embargo, la familia mantiene la esperanza de encontrar una manera de reunirse nuevamente. "Vamos a intentar", afirmó Gladys, reflejando el espíritu de lucha que siempre ha caracterizado a esta familia."Que se preocupen por ellos, que nosotros vamos a estar bien, que estén unidos y que se preocupen por ellos", reiteró Jessica, mostrando la fortaleza de la familia González.El día de la entrevista con Los Informantes a sus hijas les quedaban pocas horas en Colombia y regresarían a Estados Unidos, pues habían llegado a visitarlos y a acompañarlos mientras se acomodaban en Bogotá en un apartamento arrendado por algunas noches en la capital del país. La familia González, separada por las políticas migratorias, sigue unida en espíritu y en la lucha por superar esta difícil etapa de sus vidas.
Familias denuncian que pacientes con discapacidad cognitiva fueron sometidos a castigos extremos, como inmovilizaciones prolongadas, en una IPS llamada Elogios, ubicada en Piedecuesta, Santander. Imágenes reveladas por el equipo de Séptimo Día muestran los presuntos actos de tortura, acompañadas de crudos testimonios de los familiares.María Luz Rodríguez, madre de Jaime Ricardo Carrasquilla, un joven de 30 años, denunció que su hijo fue víctima de maltratos durante los meses que permaneció en la IPS Elogios. “La cara de angustia que tiene él en los videos, es rogándoles que le den comida. Eso para nosotros fue terrible”, afirmó María Luz.Desde muy pequeño, Jaime Ricardo empezó a mostrar señales diferentes en su desarrollo. “Era muy hiperactivo, no hablaba, todo me lo pedía con señas. Lo llevé al pediatra y, después de varias citas, me confirmaron que mi hijo tenía autismo”, relató su madre.Jaime logró cursar hasta séptimo grado en una institución, pero luego tuvo que ser trasladado a centros educativos con programas adaptados a su discapacidad cognitiva. "Él empezó a tener episodios de agresividad, y estuvimos así durante un tiempo, hasta que un día, en una cita con el psiquiatra, me recomendó la IPS Elogios", afirmó.En 2022, María Luz acudió a la sede de atención de la IPS Elogios, donde le informaron que su hijo recibiría terapia psicológica, de lenguaje y otros tratamientos acordes con su condición y necesidades. “’¿Cuánto le costaba a usted mantener allá a su hijo?’ La electrificadora, que es donde mi esposo trabaja, pagaba 7 millones de pesos mensuales”, aseguró.Reveladoras imágenesEse mismo año, Jaime ingresó a la IPS, pero tras varios meses su madre notó escasos avances en su condición. Fue entonces cuando él le confesó que estaba siendo torturado, maltratado y amarrado. Sin embargo, María Luz no contaba con pruebas concretas que respaldaran las denuncias de su hijo.En septiembre de 2024, una persona anónima se puso en contacto con María Luz y le envió fotografías y videos que evidenciarían el presunto maltrato que estaba recibiendo su hijo. “Esa no es la manera de tratar a una persona con discapacidad; ellos son seres humanos, son como niños. Para mí, eso es agresión, maltrato y tortura. En todas las fotos se ve claramente a unos muchachos que los están torturando”, denunció.Luego de recibir esas contundentes pruebas, María Luz decidió retirar de inmediato a su hijo Jaime y aseguró que se arrepiente profundamente de haberlo ingresado a ese lugar.Denuncias de exempleadosLa entidad estaba representada legalmente por Amparo Durán, quien, junto con su equipo, prometía avances significativos en el tratamiento de pacientes con discapacidad cognitiva.Así como el caso de Jaime, hay otras familias que denuncian haber sido víctimas de una situación similar: aseguran que sus hijos, con discapacidad cognitiva, fueron sometidos a maltratos físicos y psicológicos durante su permanencia en la IPS Elogios.Una exempleada de la IPS Elogios, cuya identidad se mantiene en reserva por motivos de seguridad, habló con el equipo de Séptimo Día. Durante tres años trabajó en esa institución y aseguró que recibía instrucciones directas de Amparo Durán sobre cómo tratar a los pacientes.“Lo que ellos reciben allí son golpes, maltrato, humillaciones y un dolor constante. Yo tuve que ver eso por mucho tiempo y aunque traté, con los recursos que tenía, de salvarlos, no se pudo”, dijo la mujer, y agregó, que “los encontraba con hematomas, ojos morados, pies heridos, y cuando preguntaba qué había pasado, nadie decía nada”.La Fiscalía ha recibido varias denuncias formales contra Elogios, su directora y algunos funcionarios. La Policía de Bucaramanga, en coordinación con la Fiscalía, llevó a cabo una investigación que resultó en la captura de siete personas, incluyendo a Amparo Durán, por el presunto delito de tortura agravada.El general Henry Yesid Bello, comandante de la policía de Bucaramanga, declaró: "La investigación evidenció que en este centro se practicaban tratos crueles, degradantes y castigos físicos a los pacientes como inmovilizaciones indebidas y uso de agua a presión. Las denuncias fueron realizadas por familiares y extrabajadores".Sin embargo, en la audiencia de legalización de las capturas, el juez determinó que había errores en los procedimientos, por lo cual las declaró ilegales y las siete personas quedaron en libertad. A pesar de esto, el proceso en su contra continúa y serán las autoridades quienes determinen si cometieron algún delito.¿Qué dijo la entidad señalada?Aunque el equipo de Séptimo Día intentó comunicarse con las personas señaladas por los presuntos maltratos y torturas a pacientes con discapacidad cognitiva, ninguna de ellas respondió a los requerimientos ni ofreció declaraciones.No obstante, el abogado de Amparo Durán, Rodrigo Parada, se pronunció sobre las denuncias en contra de la IPS Elogios. “¿Para usted esto está bien? Es que no tiene que parecerme bien a mí; quien debe considerarlo apropiado es el personal médico. No es un tema de percepción”, afirmó.El secretario de Salud de Santander reveló que, hace menos de tres años, las autoridades detectaron irregularidades en la IPS Elogios. “Se le realizó una visita de inspección, vigilancia y control, en la que este prestador no cumplía con algunos estándares relacionados con las hojas de vida del personal. En este momento, la institución se encuentra en un proceso que debe seguir su curso”, señaló.Las autoridades serán las encargadas de determinar si se cometió o no un delito. Mientras tanto, para los padres que compartieron sus testimonios, es evidente que hubo un presunto abuso de los derechos de sus hijos, y esperan que se haga justicia en cada uno de los casos.
Las autoridades del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia (Dagran) alertaron a la comunidad del sector de Peñalisa sobre un movimiento en masa que ha obstruido el cauce del río San Juan. Como medida preventiva, se insta a los habitantes a evacuar de manera inmediata la zona para evitar posibles riesgos.Por otro lado, se informa que la Troncal del Café permanece cerrada debido a este fenómeno. Se recomienda a los conductores utilizar rutas alternas mientras se lleva a cabo el operativo para garantizar la seguridad de los afectados. Profesionales del Dagran ya se encuentran en el lugar monitoreando la situación y coordinando las acciones necesarias.Noticia en desarrollo...DANNA SOFÍA SUÁREZ GPERIODISTA DE NOTICIAS CARACOLdssuarez@caracoltv.com.co
La familia y amigos de Ivonne Daniela Latorre siguen exigiendo respuestas sobre lo que le sucedió a la joven de 24 años, quien murió en El Cairo, capital de Egipto, donde había viajado para asistir a un festival de música electrónica llamado Zamna, que se llevaba a cabo entre el 25 y el 26 de abril. Ivonne llegó a tierras egipcias el 24 de abril y se hospedó en el hotel Tuya. Su plan era estar en el festival, que se organizó en las Pirámides de Giza, y luego conocer el país. Sin embargo, todo cambió tres días después de su llegada, el 27 del mismo mes, cuando su familia perdió el rastro de la joven, al parecer, luego de asistir a un 'after' del evento. Dos días después, los allegados de Ivonne lograron ubicarla. Se encontraba en un hospital público con múltiples fracturas y en estado de coma. En ese momento, una amiga decidió crear una petición en GoFundMe para que su madre pudiera viajar a Egipto y estar con ella. "Mi amiga Ivonne, actualmente en Egipto, está atravesando un momento extremadamente difícil: se encuentra en coma y en estado crítico. Está sola, sin familia que la acompañe en ese país tan lejano. Queremos ayudar a que su mamá pueda viajar lo antes posible para estar a su lado. Su presencia no solo es un acto de amor, sino también una necesidad urgente en este momento tan delicado", se lee en la petición. Su familia, gracias a la ayuda de las personas que conocieron el caso, logró viajar hasta El Cairo. Sin embargo, Ivonne falleció el pasado 4 de mayo debido a la gravedad de las heridas, por lo que se creó otra petición para poder repatriar el cuerpo a Colombia y darle un último adiós. "El objetivo de esta recaudación es poder repatriar su cuerpo ya que desafortunadamente perdió la batalla a la que intentaba sobrevivir después de un brutal ataque mientras se encontraba en el festival ZAMNA en Cairo, Egipto. Actualmente la familia no cuenta con los recursos económicos necesarios para cubrir la repatriación", se lee en la página web. Las personas con las que viajaba Ivonne Daniela LatorreLa familia ha dicho en diversos medios de comunicación y en redes sociales que son más las preguntas que las respuestas en el caso de la joven de 24 años, ya que las personas con las que estaba en Egipto no han dado ningún detalle de qué pudo haber pasado."Es un caso en investigación. Aún no tenemos muchos detalles, no sabemos cuál es la causa de muerte realmente. No es un tema fácil", dijo una de sus familiares a Noticias Caracol.Ivonne viajó junto con Estefany Bedoya, quien fue Miss Antioquia 2023-2024, y una vez llegó a ese país conoció a otra mujer llamada Jessi Escobar, y a otros dos hombres de los cuales no se tiene mayor información. Varias fotos y videos en redes sociales muestran a las tres mujeres disfrutando del festival. Sin embargo, el 27 de abril, luego de salir a un 'after' hacia las 9 de la mañana, todo lo sucedido sigue siendo un misterio. Los angustiosos mensajes que envió Ivonne Daniela LatorreAlgunas de las pistas que han revelado los allegados de Ivonne en redes sociales son varios mensajes que envió la joven antes de desaparecer, diciendo que la iban a secuestrar. —Mor, nos quieren hacer algo, nos quieren secuestrar— se lee en un mensaje enviado por Ivonne, donde anexó una última ubicación. Luego, en otro mensaje enviado a una amiga en España, según mostró uno de los conocidos de Ivonne en X, la joven dice que "si le pasa algo" la responsable sería Jessy Escobar. Sin embargo, no da mayor información. Los días siguientes para la familia están llenos de angustia, pues no vuelven a saber nada del paradero de Ivonne. Un amigo de la mujer contó en X que le insistieron a Estefany Bedoya, quien tampoco respondía, hasta que dio la ubicación de la joven y dijo que "cayó desde una gran altura" mientras "estaba con otras personas". "Ella no despierta (...) Yo amo a esa niña", se lee en los mensajes difundidos en redes sociales. Tanto las autoridades egipcias como las colombianas están al tanto de la muerte. no obstante, al parecer tampoco han dado una respuesta. Mientras tanto, los amigos y familiares de Ivonne piden celeridad en las investigaciones. "Hoy le hicimos un homenaje a Ivonne Latorre en la UdeA (Universidad de Antioquia), su alma mater (...) La justicia llegará", escribió uno de susamigos.LAURA VALENTINA MERCADONOTICIAS CARACOL
Eran las 5 de la tarde del 13 de abril cuando a Tatiana Hernández se la tragó la tierra (o el mar). Estaba sentada en los espolones de la playa que marca el inicio de Bocagrande, muy cerca del Centro Histórico de Cartagena, cuando un turista la grabó, sin saberlo, las últimas imágenes que son -tras cerca de un mes- las únicas pruebas de vida de la joven estudiante de Medicina.El paradero de Tatiana, una mujer de 23 años, de 1.65 metros de estatura, de piel blanca y cuyos distintivos son unos tatuajes en sus brazos, es desde entonces desconocido. Misas, marchas, súplicas y velatones han sido desde el mes pasado la constante de la familia de la joven, quien estaba a solo 15 días de terminar sus prácticas en el Hospital Naval de Cartagena y de quien hoy se conoce que se ganó una beca para continuar sus estudios en España.El día de su desaparición, Lucy Díaz, su mamá, estuvo visitando a Tatiana en Cartagena e incluso se acompañaron a una misa, por el Domingo de Ramos, para que luego ella tomara rumbo hacia el hospital, donde fue vista por última vez por sus amigos.El giro en la búsqueda de Tatiana HernándezUna de las hipótesis que se plantearon tras la desaparición de Tatiana es que ella, por algún tipo de accidente, habría caído al mar y ahogado. Por eso, a diario, hombres de la Armada Nacional navegaban por el mar Caribe en busca de su cuerpo, pero sin hallar si quiera una posible pista.Para las autoridades son muy raras las circunstancias en las cuales las chanclas y el celular de Tatiana quedaron abandonados en el último lugar donde fue vista: los espolones de Cartagena. Sin embargo, esta semana, la misma Armada decidió que dejará de buscar a la mujer en el mar y concentrará esfuerzos en tierra.Al mismo tiempo, según confirmó Lucy Díaz, tanto el celular hallado y el computador pertenecientes a Tatiana están ya en poder de técnicos de la Fiscalía en Bogotá, quienes ya adelantan los análisis respectivos para conocer las conversaciones de la joven antes de desaparecer.De esta manera, la hipótesis que cobra más fuerza es que Tatiana pudo ser raptada por personas cuya identidad se desconoce. En tanto, la búsqueda por tierra de la estudiante de la Universidad Militar Nueva Granada se focaliza, además de Cartagena, en los departamentos del Atlántico y Sucre, donde hay supuestos indicios de personas quienes dicen haberla visto.Las nuevas evidencias en la investigaciónEn la búsqueda de pistas se conoció de la existencia de un nuevo video de cámaras de seguridad de un establecimiento comercial cerca de donde fue vista la mujer por última vez. Lucy Díaz le dijo a Caracol Radio que ese material ya estaría en poder de la Fiscalía; no obstante, ella no lo ha podido ver debido a que hace parte de material clave en las pesquisas.“El propietario de un establecimiento me dijo que las autoridades habían tomado un video que él entregó, pero que ya él no me podía dar más detalles, que ya me tocaba directamente con las autoridades para que ellos dieran la información al respecto”, contó Díaz en entrevista con ese medio.Respecto al contenido de ese video, esta madre señaló que no le dieron detalles si estaba con alguna persona, pues la investigación es cuidada por los investigadores de la Fiscalía.En esta nueva etapa de investigación, Lucy detalló que conoce que hay personas cercanas a su hija que serán vinculadas al caso. “Sé que vienen muchas investigaciones a las personas que son cercanas a Tatiana. Eso es lo que me han dicho de parte de las autoridades”, contó.Durante los últimos meses en Cartagena, Tatiana vivió con varios de sus amigos de la universidad mientras hacía las prácticas profesionales. Ellos, justamente, fueron quienes identificaron el lugar donde fue vista por última vez utilizando tecnología de GPS.NOTICIAS CARACOL
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) es un indicador económico que mide la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios representativos del consumo de los hogares en un país o región durante un período específico, generalmente mensual o anual. Este índice se utiliza para evaluar el impacto de las variaciones en los precios sobre el costo de vida de los consumidores, incluyendo precios de los productos de la canasta familiar y arriendos en Colombia.El IPC se construye a partir de una muestra representativa de productos y servicios que reflejan el consumo habitual de las familias. Estos productos incluyen alimentos, vestuario, transporte, vivienda, salud, educación, entre otros. La información sobre los precios de estos bienes y servicios se recopila periódicamente y se compara con los precios de un período base para determinar la variación porcentual.¿Cuánto le pueden subir al arriendo en Colombia en 2025?El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) es la entidad encargada de calcular y publicar el IPC en Colombia. Según el DANE, el IPC de 2024 cerró con un incremento del 5,2%, lo que establece el tope máximo para el aumento de los arriendos en Colombia durante 2025. Esto significa que los arrendadores pueden incrementar el canon de arrendamiento hasta un máximo del 5,2% al momento de renovar el contrato de alquiler.En Colombia, el incremento del arriendo está regulado por la Ley 820 de 2003, la cual establece que el aumento del canon de arrendamiento no puede superar el 100% del IPC del año anterior. Por lo tanto, si su contrato de arriendo cumple un año en mayo de 2025, el arrendador podrá aplicar un incremento máximo del 5,2%, correspondiente al IPC de 2024.¿Cómo se calcula el incremento del arriendo?Para calcular el nuevo valor del arriendo, se debe multiplicar el valor actual del alquiler por el porcentaje de ajuste (5,2%) y dividirlo entre 100. Por ejemplo, si el arriendo mensual es de $1.000.000, el incremento máximo sería de $52.000, por lo que el nuevo valor del arriendo sería de $1.052.000.Pero ojo, porque el ajuste del arriendo no puede aplicarse de manera inmediata ni arbitraria. Según la normativa vigente, el arrendador debe notificar al inquilino sobre el incremento y la fecha en que se hará efectivo. Esta comunicación debe realizarse a través de un servicio postal autorizado o mediante el mecanismo de notificación personal establecido en el contrato. Además, el aumento solo puede aplicarse al momento de renovar el contrato, lo que significa que los inquilinos que lleven menos de 12 meses ocupando una vivienda no verán cambios en el valor de su arriendo hasta que se cumpla el plazo establecido.Recomendaciones para los arrendatariosDado el incremento del arriendo según el IPC, es recomendable que los inquilinos tomen algunas precauciones para manejar sus finanzas de manera efectiva:Revisar el contrato de arriendo: Asegurarse de entender las cláusulas relacionadas con el incremento del canon de arrendamiento y la forma en que se notificará el aumento.Calcular el nuevo valor del arriendo: Utilizar la fórmula mencionada para determinar el impacto del incremento en el presupuesto mensual.Planificar el presupuesto: Ajustar el presupuesto personal para incluir el nuevo valor del arriendo y otros posibles aumentos en gastos relacionados.Mantenerse informado: Seguir las actualizaciones del IPC y las normativas vigentes a través de fuentes confiables como el DANE.Negociar con el arrendador: En algunos casos, puede ser posible negociar el incremento del arriendo con el arrendador, especialmente si se ha mantenido una buena relación y se ha cumplido con los pagos puntualmente.¿Qué hacer si le cobran de más en el arriendo?Si un arrendador le cobra más de lo permitido por la ley en su arriendo, es importante conocer sus derechos y los pasos a seguir para resolver la situación. No olvide que la Ley 820 de 2003 regula los contratos de arrendamiento de vivienda urbana y establece límites claros para los incrementos del canon de arrendamiento.El primer paso es comunicarse con el arrendador para discutir el incremento. Es posible que haya un malentendido o error que se pueda resolver de manera amistosa. Se recomienda enviar una carta formal o un correo electrónico detallando el problema y solicitando una explicación o corrección del cobro.Si la comunicación directa con el arrendador no resuelve el problema, se puede presentar una queja formal ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) o la Superintendencia Financiera de Colombia. Estas entidades son responsables de proteger los derechos de los consumidores y pueden investigar y sancionar a los arrendadores que incumplan la ley. Es importante recopilar toda la evidencia posible para respaldar la queja. Esto incluye el contrato de arrendamiento, recibos de pago, comunicaciones con el arrendador y cualquier otro documento relevante. La evidencia ayudará a demostrar que el incremento del arriendo es excesivo y no cumple con la normativa vigente.En casos complejos, puede ser útil buscar asesoría legal. Un abogado especializado en arrendamientos puede proporcionar orientación sobre los derechos y opciones legales disponibles. Además, puede representar al inquilino en procedimientos legales si es necesario.
Ya fue legalizada la captura de Freddy Castellanos, un hombre señalado de haber abusado sexualmente de varios menores de edad en el hogar infantil Canadá sede F, ubicado en la localidad de San Cristóbal, en el sur de Bogotá. El hombre deberá responder “por los delitos de acto sexual abusivo y acceso carnal abusivo con menor de 14 años, entre otros, con base en los elementos materiales probatorios recolectados durante la investigación”, informó la Fiscalía General de la Nación.El caso, que arrancó por denuncias del presunto abuso sexual a una niña de 3 años, provocó el cierre preventivo del jardín por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que también activó las rutas de atención y restablecimiento de derechos de los menores de edad afectados. La directora de la entidad, Astrid Cáceres, aseguró que desde el primer momento se puso en marcha un plan de respuesta integral y se brindó acompañamiento psicosocial a las familias. Detalló que algunos casos se descartaron, uno está confirmado y dos están en seguimiento.Por su parte, la Secretaría Distrital de Integración Social expresó su solidaridad con las víctimas y sus familias, y rechazó "de manera categórica cualquier forma de violencia contra la niñez".El doloroso testimonio de la madre de una niña de 3 años agredidaSu caso puso al descubierto el aberrante abuso cometido presuntamente por Castellanos. Según ella, su hija “fue la primera que habló” y le contó que el profesor “le daba besos en la boca (…) y en sus partes íntimas”. El hombre, al parecer, llevaba a las víctimas al baño del hogar infantil, pues en estos espacios no hay cámaras de seguridad. En su relato dijo que “a la niña lo hospitalizan, toman el protocolo, restablecimiento de derechos por parte de Bienestar, la examina después Medicina Legal, se entabla la denuncia oficialmente en Fiscalía, yo hablo con los demás papás porque yo dije dentro de mí ‘¿y si mi hija no fue la única víctima de este tipo’? Y vaya mi sorpresa que empezaron a salir los niños hablando o niños que ya habían hablado”.Los padres de familia denuncian que “jamás nos presentaron en las reuniones que hubo, presentándose docentes, diciendo su experiencia a comienzo de año, jamás este tipo estuvo. Este tipo llegó finalizando febrero, iniciando marzo. de un momento a otro”.El pasado 2 de mayo, luego de que varios padres coincidieran en la existencia de estas denuncias por presunto abuso sexual, alertaron a las autoridades e instauraron formalmente tres denuncias ante la Fiscalía por actos sexuales abusivos y acceso carnal abusivo con menor de 14 años. El ICBF no descarta interponer denuncias y sanciones en contra del operador que estaba a cargo de la contratación y servicio.¿Es verdad que el presunto abusador tiene VIH?La madre que interpuso la denuncia manifestó que eso era lo que le habían informado otras personas que llevan a sus hijos en el hogar infantil. Sin embargo, la directora del ICBF manifestó que “no tenemos ninguna información frente a ningún reporte de enfermedades de transmisión sexual”.Por otro lado, la mujer afirmó que la coordinadora del jardín “pusieron en duda lo de mi hija, cómo van a minimizar las cosas. ¿Cómo dicen que el caso de mi hija es confuso?”. Añadió “que un niño de 3 años no tiene capacidad para inventar ese tipo de cosas”.Al respecto, la directora del ICBF recalcó que “cada una de las 70.000 unidades que tenemos en el país tiene un coordinador. Ese coordinador y esas maestras tienen como orden y mandato en todos sus contratos alertar ante cualquier denuncia que tenga la familia. Pero aparte, todo el proceso de contratación tiene un comité contractual que avala las hojas de vida de las personas que ingresan. Vamos a revisar si esos procedimientos se cumplieron, ya se recogió la información y por supuesto habrá no solo sanciones sino denuncias, y encontramos que los procedimientos no fueron los que están acordados dentro de nuestros protocolos en todas las unidades del país”.Entretanto, el hogar infantil donde habrían ocurrido los supuestos abusos permanece cerrado mientras avanza la investigación. Los menores que estaban bajo el cuidado de la señalada institución serán remitidos a otros hogares del ICBF si así lo desean los padres de familia.Castellanos, según se veía en sus perfiles de redes sociales, ha trabajado en instituciones educativas como profesor de danza.Niños víctimas de violencia sexual en ColombiaEl ICBF tiene registro de por lo menos 20.000 casos de presunto abuso sexual en contra de menores de edad en el último año. Lo más complejo es que las cifras están mostrando un crudo panorama de lo que sucede con los niños, niñas, adolescentes en todo el país. Se calcula que cerca de 53 menores de edad son víctimas de este tipo de abuso cada día en el país.En el año 2025 ya se han instaurado 3.902 denuncias sobre este tema y en 2024 se instauraron 78.124. Cerca del 94% de los casos quedan en la impunidad.Casos similares al del hogar en BogotáEste caso se suma a otros similares que han llevado al ICBF a cerrar hogares comunitarios en diferentes regiones del país. En marzo de 2023, la entidad clausuró un hogar en Piedecuesta, Santander, tras denuncias de abuso sexual a cuatro menores; en marzo de 2022 cerró otro en Pereira, Risaralda, por un caso similar que involucraba a una menor de 3 años, y en junio de 2021 se denunció el abuso de por lo menos 14 pequeños de un jardín en Medellín. El señalado agresor fue capturado y años después lo asesinaron.