Ya fue probado con éxito en animales. Cambia los hábitos alimentarios activando células nerviosas entre los intestinos y el cerebro.
El tratamiento experimental que redujo de manera notable el peso, la tasa de insulina y los niveles de colesterol malo en ratas y primates obesos, fue publicado en la revista Science Translational Medicine.
La nueva terapia podría ofrecer una alternativa a la cirugía bariátrica para tratar la obesidad humana, cuya tasa casi se triplicó en el mundo desde 1975, estimaron esos investigadores de la sociedad de biotecnología Amgen.
¿Cómo funciona?
Los investigadores comprobaron que los roedores y los humanos obesos tenían concentración sanguínea elevada de una proteína llamada GDF15, en comparación con un grupo de control de peso normal, explicó Yumei Xiong, del servicio de transtornos cardio-metabólicos de Amgen, que realizó el estudio.
Con esta molécula los científicos han creado el tratamiento "GDF15", que reduce el peso, el apetito y el azúcar en animales de laboratorio.
Este tratamiento ha sido eficaz para que los ratones y los monos obesos pierdan peso, consideraron los investigadores.
“Descubrimos que el GDF15 retrasó el vaciamiento gástrico, cambió las preferencias alimentarias y activó las neuronas del área postrema, lo que confirma su papel en el eje intestinal – cerebral”, dice el estudio.
Los científicos señalaron que esas proteínas alteraron las preferencias alimentarias de los ratones para que elijan alimentos menos ricos en calorías cuando escogen entre diferentes tipos de comida.
Fase experimental
Los autores señalaron que se necesitan más investigaciones para identificar al receptor celular de esas proteínas, a fin de obtener un potencial tratamiento terapéutico con aplicaciones clínicas.
La cirugía gástrica, que consiste en reducir el volumen del estómago, es la intervención más eficaz para tratar la obesidad de manera duradera.
Si bien este procedimiento permite la pérdida significativa de peso, es invasiva, compleja y deja en el paciente efectos secundarios permanentes, explicaron los investigadores.
Por lo tanto, es necesario desarrollar los tratamientos farmacológicos seguros y efectivos y prevenir también que se pueda gestionar de manera duradera, explicaron.