Las interceptaciones de la Fiscalía evidencian cómo se sembró el terror en el occidente de Medellín. Homicidios, extorsiones y tráfico de drogas, el negocio.
Noticias Caracol conoció sobre una operación desplegada por la Policía, bajo coordinación de la Fiscalía, que terminó con la captura de 13 presuntos delincuentes de la banda Los Paracos, que por años sembró el pánico entre los habitantes del corregimiento de San Cristóbal y algunas unidades residenciales de la conocida Ciudadela de Occidente.
El operativo, denominado ‘Cráter’, buscó desarticular a esa estructura de la que hacían parte por lo menos 16 personas, entre ellas cuatro mujeres, según información revelada en audiencias judiciales por la Fiscalía.
La banda es investigada por al menos cuatro asesinatos, ocho casos de extorsión que fueron denunciados, el tráfico de drogas y la utilización de menores para que cometieran delitos.
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Por esta razón, el martes 27 de noviembre se desplegó un gran número de uniformados para ponerle fin a su accionar: hubo allanamientos en diferentes barrios y veredas de San Cristóbal, en las urbanizaciones y La Cascada y La Montaña, en el barrio Moravia y en Envigado.
Aunque escapó alias ‘Nando’, el señalado jefe de la banda, fueron detenidos 13 de sus integrantes.
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Tres de ellos de particular interés, por estar relacionados con asesinatos y la extorsión a la que un hombre identificado como Óscar Darío Arroyave, alias 'Wincha', habría sometido a la mamá de un niño que en medio de su inocencia delató a uno de los delincuentes que portaba droga (Escuche la conversación en el video).
Pero el de principal atención es Yovinson Vitoria Parra, un chocoano de 36 años conocido como ‘Kevin o Pantera’, señalado de cometer tres asesinatos, que vivía con su mujer y dos hijos en la urbanización La Montaña en el sector de La Aurora.
Luego está Nelson Daniel Figueroa Urrego, alias ‘Figue’, un medellinense de 30 años, padre de cinco hijos y que vivía en unión libre en la Ciudadela Nuevo Occidente.
Ellos, aunque lo niegan, deberán defenderse de las atribuciones de la Fiscalía que considera que fueron quienes dieron muerte a Yamit Bailarín Suescún, un indígena de la comunidad embera que estudiaba cine en la Universidad de Antioquia y era reconocido como documentalista de esa etnia y de la situación de los Derechos Humanos en Urabá y estaba en Medellín en una capacitación.
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“Lo hicieron arrodillar y le gritaban: vos sos un urabeño hijueputa, y le pegaron cinco tiros en la cabeza”, contó una fuente que conoce el proceso judicial sobre lo sucedido en la madrugada del 27 de mayo de 2012.
La muerte de Bailarín Suescún, que fue alertada por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
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El otro caso es el de dos repartidores de una empresa de gaseosas baleados en la zona porque su empleador se negó a pagar una extorsión.
Los 13 detenidos fueron enviados a prisión para que respondan por concierto para delinquir, homicidio agravado, porte de armas, desplazamiento forzado, extorsión y otros delitos, según su participación en la banda Los Paracos, que durante años atemorizó a los habitantes del corregimiento.
Foto cortesía FLIP: Yamit Bailarín Suescún, indígena asesinado.