Más de 1,3 millones de almas salieron del aeropuerto en paz, dando ejemplo de cultura y organización.
Decían que la mitad de la población de Medellín estuvo en la homilía. Y pareciera que no exageraban.
Pese a la lluvia que acompañó las horas previas, jamás desfallecieron en su intención de acompañar al papa Francisco que, con su sola presencia, hizo que el agua se fuera.
Una vez el santo padre se retiró del lugar, se fue el sol y la lluvia volvió a caer sobre el Olaya Herrera.
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