Autoridades recomiendan no alimentarlos y tratar de no interactuar con ellos. La especie andina o de anteojos no es agresiva, señala experta.
“Ya estamos empezando a tener problema con gente que piensa que botándole comida a la orilla de la carretera lo están ayudando, y lo que está generando son unos comportamientos que no son los propios de ellos y los van a poner en peligro en un futuro”, advierte el médico veterinario de la fundación Bioandina.
Las autoridades ambientales realizan labores de monitoreo constante para preservar esta especie en vías de extinción.