En total eran diez integrantes de Los Rojos, banda dedicada a hurtar celulares bajo la modalidad de cosquilleo. También había una pareja de esposos.
Una de las primeras denuncias que recibieron las autoridades fue la de una víctima, quien aseguró haber sido blanco de los delincuentes en esa estación del norte de Bogotá en octubre de 2018. Tras la denuncia, comenzaron a verificar cámaras de seguridad y conocer más casos cometidos por esta organización.
El fiscal del caso detalló en audiencia cómo actuaban los delincuentes. Dijo que entre tres y cuatro mujeres acompañadas de uno o dos hombres rodeaban a las víctimas, las distraían y mientras uno empujaba, las cómplices se robaban el celular y entre ellas se pasaban el aparato hasta salir de la estación.
Delinquían bajo esa modalidad, en varias estaciones de Transmilenio, especialmente entre las 5 y 9 de la mañana.
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Un auxiliar de la Policía, identificado como Jeison Camilo Pérez Rodríguez, era pieza clave para que la banda robara a sus anchas y sin riesgos de ser capturados, pues advertía si había ronda de patrulleros o de la Sijín.
La investigación también revela que Jerson Andrés Bautista Sánchez era el líder de la banda y quien le mandaba dinero al uniformado para que los dejara robar.
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Una mujer y sus dos hijos, una pareja de esposos y otras cinco personas más que cumplían un rol específico integraban la banda.
Cinco mil horas de grabaciones de interceptaciones telefónicas hacen parte de las pruebas que tiene la Fiscalía y por las que un juez envió a la cárcel a los diez detenidos por los delitos de concierto para delinquir y hurto agravado. Tres de los detenidos también deberán responder por el delito de cohecho.