En los últimos dos años son más de 300 docentes los que han sufrido este flagelo. Al menos 26 tienen medidas de seguridad.
Una docente del sur de Bogotá revela cómo sus compañeros han tenido que soportar las intimidaciones de personas intolerantes.
“Hace dos meses en mi colegio estaba un profesor de primaria haciendo el acompañamiento. Llegó una mamá con su hermano y su esposo y lo golpearon”, cuenta la maestra.
En otro caso “una profesora que estaba haciendo un procedimiento ante el ICBF por abandono y maltrato a una menor, la mamá la amenazó de muerte”, añadió.
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Estas situaciones se presentan en su mayoría, según Jorge Celis, subsecretario de integración interinstitucional, por “desencuentros que se dan entre los docentes, los estudiantes y los padres de familia”.
Muchos de estos casos son ocasionados por las malas calificaciones de los estudiantes. En otros, los docentes son amenazados por denunciar el accionar de bandas delincuenciales que afectan a los alumnos, por ejemplo, aquellas que se dedican al microtráfico.
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