Alcaldía y Personería de Bogotá esperan que quienes incurran en estas conductas hagan un curso de 2 horas y se comprometan a terminar las agresiones.
Para la personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda, la medida es de carácter pedagógico. “Queremos sensibilizar, pero también aprovechar para hacerle un seguimiento a los infractores por estas conductas de violencia familiar”, aseguró.
Para la secretaria de Integración de la capital, María Consuelo Araújo, la medida será efectiva y permitirá vigilar a los agresores. “No solo se permite el acceso la justicia, sino que se garantiza la prevención. Tenemos que ir más allá y curar esta enfermedad que tiene Bogotá”, declaró.
La medida, que para el Distrito está bien intencionada, ha causado división. Mientras algunos la ven con buenos ojos, otros creen que no será efectiva. En Colombia, según Medicina Legal, hubo 51.182 víctimas de violencia durante 2016. Es decir, cada 10 minutos una mujer es atacada.
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Según Marina Gallego, coordinadora de la Ruta Pacífica de Mujeres, la medida podrá ser fácilmente burlada por los agresores. “El comparendo no tiene ninguna fuerza ni dientes para hacerlos cumplir”, criticó la activista.
“Los comparendos pedagógicos no sirven. Hemos visto durante muchos años a personas que les han impuesto un comparendo pedagógico, pero salen y asesinan a su esposa”, aseguró el abogado Gildardo Acosta.
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Mientras el Distrito apuesta a los comparendos amistosos para superar la grave problemática, en el Congreso colombiano se busca imponer penas superiores a los 50 años de prisión a los hombres que cometan feminicidios.