Por aire y tierra, 350 miembros de la Policía y el Ejército trabajaron para devolver la calma a este municipio del norte del Valle de Aburrá.
A las 8:00 de la noche de este lunes, varios disparos alertaron a los habitantes de Copacabana. Nueve internos de la cárcel municipal se fugaron en medio de confusos hechos.
Algunos se lanzaron por los tejados y balcones de residencias cercanas al centro penitenciario.
Los delincuentes hicieron cadenas humanas para tratar de escapar y por varios minutos se escucharon los gritos de vecinos y policías.
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Los callejones, que servían de escondite y ruta de escape para los prófugos, fueron cubiertos por integrantes de la fuerza pública en tiempo récord.
Desde el aire, el halcón de la Policía apoyaba las labores de búsqueda en tierra, mientras los vecinos desde sus balcones guiaban a los uniformados que trataban de impedir la fuga.
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Uno a uno de los nueve internos fueron recapturados, en medio de una acción policial y militar que muchos no entendían.
Al final un aplauso de trabajo en equipo selló el peligroso operativo.
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