Noticias Caracol hizo un recorrido por la zona bloqueada hace una semana por la caída de piedras. Autoridades locales piden al Gobierno declarar la calamidad.
Desde muy temprano, maquinaria y personal de la concesionaria Coviandes trabajan para remover cada una de las gigantescas piedras que se han sobrepuesto en el eje vial. El paso nuevamente es restringido.
Los cierres afectan a personas como Claudia Gómez, quien junto a su familia tenía que llegar a un compromiso muy importante: el matrimonio de una de sus familiares.
“Pensamos en venirnos en avión pero los pasajes están demasiados caros en todas las aerolíneas", dijo Claudia Gómez.
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Por su parte la Dirección de Tránsito y Transporte con más de 60 hombres instalados en la carretera intentan manejar la situación.
"Se vienen haciendo pasos controlados con el fin de evitar que las personas sigan siendo afectadas por los deslizamientos de tierra, piedras y lodo debido a que es constante la caída de material y digamos que todo depende de las situaciones climatológicas, manifestó el teniente Carlos Mario Ramírez, jefe ruta de la vía Bogotá-Villavicencio .
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Panorama en la vía antigua
En la noche, las bajas temperaturas y la neblina dificultaban el tránsito para los conductores.
Un nuevo derrumbe en el km 58 se había presentado nuevamente un derrumbe. Muchas eran las personas que se encontraban atrapadas. Carros cisternas, familias con mascotas y niños que se preparaban para pasar la noche.
Otras personas hacían su agosto mientras otras escuchaban música.
Gracias a las labores que realizaron las autoridades durante el transcurso de la noche se logró habilitar tan solamente un carril para descongestionar este sector.
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Tras ocho horas de recorrido, realizado por Noticias Caracol para evidenciar la situación, solo se pudo llegar hasta Guayabetal, municipio ubicado a una hora Villavicencio, aproximadamente.
Mientras tanto hombres, arriesgando sus vidas, monitoreaban minuto a minuto el estado de la vía.
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Y luego de una semana de bloqueos por derrumbes, los gremios del Meta reportan pérdidas de hasta de 50 mil millones de pesos por día.
El ministerio de Transporte dice que están esperando que el clima mejore para intervenir los deslizamientos.
La gobernadora Marcela Amaya indicó: “Con el señor gobernador de Cundinamarca (Jorge Emilio Rey) estamos pidiéndole al presidente de República que estudie la posibilidad de declarar la calamidad entre los departamentos de Cundinamarca y Meta y que este sea un instrumento que agilice las decisiones que se deban tomar para atender esta situación que vivimos”, dijo.
Los empresarios del turismo aseguran están al borde de la quiebra.
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Para resolver el problema en esa importante vía, el ministerio de Transporte anunció que adelantan estudios para solucionar los derrumbes en el kilómetro 58.
“Ya estamos invirtiendo 85 mil millones de pesos para atender puntos críticos en el corredor, tenemos que conseguir 30 mil millones de pesos más, que ya los tenemos de las vigencias futuras de la Ruta del Sol”, explico el viceministro de Infraestructura, Manuel Felipe Gutiérrez.
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Continúa lloviendo en la zona lo que impide que los trabajos avancen para una apertura definitiva de la vía.