Dos de las bandas criminales más peligrosas del Pacífico colombiano se comprometieron a no matar, no extorsionar y a acabar con las fronteras invisibles en Buenaventura. El obispo de la población, monseñor Rubén Darío Jaramillo, confirmó que logró un acuerdo de paz con estos grupos.
Y es que las balaceras, asesinatos, robos y extorsiones son el pan de cada día en el puerto.
“No más homicidios en el distrito de Buenaventura por parte de ellos; y segundo, se ha logrado que se paren las fronteras invisibles, que la comunidad pueda caminar, ir a los barrios, a los lugares más lejanos sin miedo y sin el temor de que le vaya a pasar algo”, dijo monseñor Jaramillo sobre el acuerdo con estas bandas.
El religioso espera “que cese tanto crimen, especialmente de muchos jóvenes que vienen cayendo en un promedio de 15, 20, 25 muertos mensuales en Buenaventura”.
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“En buena hora por Buenaventura que se comiencen esos diálogos de paz”, consideró la socióloga Mabel Liliana Gamboa.
Javier Torres, representante del gremio Barcos de Cabotaje, expresó que “es un momento esperanzador, ojalá se lleve a cabo, creo que hay muy buena voluntad de estas personas que están dedicadas a esos temas ilegales y creo que Buenaventura tendrá una nueva oportunidad de paz en este sentido”.
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Para el domingo 2 de octubre, desde las 9 de la mañana en la cancha del barrio Juan XXIII, donde se ha vivido más el conflicto, se llevará a cabo un partido de fútbol, una eucaristía y actividades culturales para sellar el compromiso de paz entre estos dos grupos ilegales.