Las historietas están de moda y si la literatura las atraviesa la diversión está garantizada.
Por ello no es raro que el salón del cómic de la Fiesta del Libro de Medellín se atiborre de visitantes de todas las edades, especialmente de jóvenes que hallan en estas narrativas el camino perfecto hacia la fantasía.
Este año la carpa tuvo nueve distribuidores de cómics y seis más le apostaron a productos que giran alrededor de la literatura.
Este es el ambiente que se vivió allí:
Hamilton Atehortúa es un estudiante de octavo de bachillerato que estuvo en este salón. Asegura que por tres años consecutivos llega a este lugar privilegiado de la Fiesta del Libro y siempre busca adquirir afiches y revistas de sus superhéroes favoritos.
“Este lugar es un sueño, encuentro todo lo que me interesa sobre la fantasía, los acertijos, los mundos fantásticos y los personajes que me gustan”, manifestó Hamilton, quien refleja la alegría de cientos de estudiantes que buscan la pieza que les llenará de emoción en los próximos meses.
Por su parte, Julián Fonseca, un ilustrador de Bogotá quien tuvo un estand en el salón, manifestó que la importancia del relato ilustrado, las historietas, el manga y los persones de películas radica en que se han convertido en una buena fuente para motivar a jóvenes y a adultos a leer de nuevo.
“Llegan a una historieta y luego pasar a leer autores más literarios, esta es la gran oportunidad para comenzar a generar una cultura de culto de la lectura”, afirmó Julián Fonseca.