Silva Enciso, vigilante y de unos 30 o 35 años, es buscado por la Fiscalía y la Policía luego de huyera de la escena del crimen.
Él se dirigía con las víctimas, identificadas como el padre Germán Augusto Giraldo Orozco y Marcos Rodríguez -este último también asesor jurídico de la comunidad anglicana-, hacia Villavicencio, donde presuntamente estaba la caleta.
Con ellos también se movilizaba el obispo de la iglesia anglicana, Rosendo Úsuga Higuita, que sobrevivió al ataque armado en el que supuestamente les robaron $200 millones, dinero que darían a cambio de la caleta.
Los cuatro habían partido en un carro en la madrugada del martes, relató el obispo, quien sostuvo que el conductor del vehículo fue obligado a detenerse por un motociclista que los interceptó y con la ayuda de dos cómplices armados se apoderó del vehículo.
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En un momento, agregó el superviviente sin ofrecer más detalles, hubo un forcejeo y uno de los supuestos atracadores disparó y los tiros causaron la muerte a los dos sacerdotes.
La iglesia anglicana en Bogotá, por su parte, aseguró que las víctimas ya no pertenecían a la congregación por una campaña política que adelantó el padre Giraldo en Antioquia.
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Medicina Legal informó que los dos sacerdotes fallecieron por impacto de proyectil. Uno de ellos recibió el tiro en el cráneo y el otro a la altura del tórax.
Bogotá