Inminente desalojo en Altavista tiene en vilo a 44 familias

Socorro Ovando Moncada vive hace más de veinte años en la vereda Aguas Frías, sector La Playita, y hoy no sabe qué pasará con ella y su familia.

Todo por cuenta de una orden de desalojo que podría darse a principios de diciembre y que dejaría en la calle a cerca de 150 personas de 44 familias.

Todo comenzó en el 2013 cuando tres representantes de la comunidad interpusieron contra la Alcaldía de Medellín una acción popular con el fin de que se cumpliera el plan de organización de la microcuenta La Picacha, aledaña al barrio.

Según Erika Castro, coordinadora de la Clínica Jurídica de la Universidad de Medellín, desde el 2009 se tienen los proyectos para esta quebrada.

En el marco de esta acción popular, una juez ordenó una medida cautelar para que la alcaldía reubicara a las familias que están en alto riesgo por la quebrada La Picacha.

Esta orden nunca fue cumplida.

“Incluso el Consejo de Estado reafirmó la medida cautelar, pero ni el Instituto Social de Vivienda y Habitat de Medellín (Isvimed) ni la alcaldía han cumplido”, afirma Erika Castro.

Desde entonces han sido muchas las familias que se han ido de La Playita, pero otras no se han atrevido a irse por miedo a perder sus viviendas, muchas de ellas con todos los servicios públicos.

Socorro Ovando Moncada, líder de la comunidad, afirma que “Isvimed en años pasados nos prometió que nos iba a dar una casa a cada familia, incluso nos llevaron a ver un lote en La Loma de Los Bernal, de eso hace tres años y nada”.

A esto se suma que el pasado 10 de septiembre el corregidor de Altavista les hizo llegar una carta en la que se ordenaba el desalojo de La Playita.

“Esta situación es muy injusta, todo el mundo nos incumple o nos llenan de ilusiones. El caso es que no nos vamos a mover porque incluso la ley nos favorece”, afirmó Socorro Ovando.