Son más de 70 las familias que derivan el sustento del cultivo de flores y que, prácticamente, lo perdieron todo.
El aguacero, acompañado de fuertes vientos, se presentó en la vereda Farallones y otras ubicadas en zona rural de Piendamó, Cauca. En medio de lágrimas, campesinos cultivadores de flores cuentan que, en menos de veinte minutos, el vendaval acabó con el sustento de sus familias.
“Cosas de la naturaleza, cosas que no se esperan”, aseguró Oswaldo Bonilla, uno de los damnificados, en medio del llanto.
“Muy duro, porque, si uno tiene deudas bancarias y siempre que han ocurrido estos casos, la Alcaldía no se pronuncia, no nos colaboran en nada”, dijo Ilda Núñez, otra de las personas que lo perdieron todo, también entre lágrimas.
Los fuertes vientos acabaron con los invernaderos y con, por lo menos, veinte millones de plántulas.
“Empezaron a formarse como unas nubes negras, se vino y, de un rato para otro, se formaron los vientos duros y fue derribando todo, incluso, los techos recién hechos”, dijo Sixto Muñoz, damnificado.
Más de quinientas personas que trabajaban en estos cultivos se quedaron sin empleo.
“Ahora que está destruido todo, pues no se sabe qué vamos a hacer con los trabajadores, porque no tenemos la forma de sustentarle la semana”, dijo Luis Bolaños, otro damnificado.
El coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo de Piendamó, Holmes Narváez, dijo que ya se adelantan las labores “para poder ayudar a esta gente”, cuya única forma de sustento es a través de la agricultura en la zona.
“Estamos haciendo el censo con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Fomento Económico del Municipio de Piendamó para ver cuáles son las gestiones que se van a realizar”, indicó.
Aunque aún no se ha establecido el número exacto de familias damnificadas y de pérdidas, estas pueden superar los 500 millones de pesos. Por ahora, lo único que le queda a los afectados es resignación.
Updated: septiembre 04, 2018 12:33 p. m.