Les ocurrió a Gerardo Montezuma, su esposa, su hijo con discapacidad y a sus vecinos del barrio El Castillo, en Pasto, que viajaron para ver al papa Francisco.
“¡Queremos ver al papa!”, corearon junto a otros en su misma situación, para que las autoridades les permitieran el ingreso.
Esperemos que lo hayan logrado.