Mono, como se llama el animal de ocho meses, fue alimentado por habitantes de Girardot hasta que los bomberos lograron sacarlo con vida.
El pequeño gato cayó a 20 metros de profundidad de un pozo abandonado. Al escuchar sus maullidos. la comunidad pidió ayuda a las autoridades.
El animal fue sacado con arnés y cuerdas, pese a la oscuridad del agujero.
Tras una hora de labores, Mono logró volver a ver la luz del día, aunque salió evidentemente cansado y deshidratado.
Ahora, una voluntaria ambientalista está en labor de conseguirle una familia al gato abandonado.
“Normalmente buscamos la manera de que lo adopten en una finca o una familia para que les den una oportunidad”, explicó la animalista Victoria Acosta.
Según el grupo ambiental de la Policía de Girardot, en esta ciudad son rescatados de 4 a 5 animales en estado de abandono diariamente.