Muchas personas ponen por delante la excusas o parten de falsos supuestos y nunca toman la iniciativa de guardar dinero.
No dan el primer paso: Todos reconocen la importancia de ahorrar, pero falta es comenzar de manera decidida.
Optimismo exagerado: La mayoría no creen que algo malo puede pasar. Por eso postergan siempre la cultura del ahorro.
No ven el beneficio: No se dan cuenta que el ahorro es un seguro, que además incrementa el patrimonio y reduce la vulnerabilidad familiar.
Publicidad
No tienen dinero: Pero no se trata de grandes cantidades, sino pequeños ahorros que, sumados en el tiempo, hacen un buen capital para lograr sueños.
No hay disciplina: El ahorro exige enfocarse, tener planeación y constancia, y no desviarse del objetivo.
Publicidad
No hacen pequeños sacrificios: Por ejemplo, ahorrar lo de ese café diario, tantos gastos pequeños y diarios que se le llevan un buen dinero.