Un puesto de salud inconcluso se une a esta manada en Bogotá. En los tres se han invertido $53.000 millones.
En la localidad de Usme se invirtieron $46.000 millones para una vía que buscaba facilitar la movilidad de poblaciones aledañas a la capital bogotana. Incluso se construyó una ciclorruta. La obra fue asignada en el 2011 a Metrovivienda, después fue tomada por Renovación Urbana y pese a la calidad de la obra quedó detenida repentinamente y, obviamente, intransitable porque no lleva ni comunica con algún sector.
En la localidad de Puente Aranda pasta un mamut de la ETB, un Datacenter cuya construcción quedó detenida hace 3 años y por la que el Distrito pagó $5.000 millones a una empresa brasilera que no cumplió ni con el 50% de la ejecución.
Un poco más al sur de Bogotá, en la localidad Antonio Nariño, un puesto de salud ubicado en la calle 15 con carrera 15 sur empezó a ser construido en el año 2011. Más de 115 mil personas esperan por esta obra para la que se invirtieron $2.500 millones y que se ha convertido en foco de delincuencia y foco de basuras.
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En otros sectores de Colombia, como Palmar de Varela, en Atlántico, llevan esperando por una planta de tratamiento de agua potable que empezó a ser construida desde el siglo pasado y que aún no entra en funcionamiento.
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